Crece la tensión en Corea por las pruebas nucleares de Kim Jong-un
Corea del Norte ha llevado a cabo una serie de pruebas tácticas nucleares con el objetivo de advertir a sus enemigos sobre lo preparado que está el ejército del país, en caso de que se produzca una guerra nuclear en la península de Corea.
El 2 de septiembre, el reino eremita llevó a cabo con éxito una serie de ejercicios que incluían el lanzamiento de dos misiles de crucero de largo alcance que portaban una carga de cabezas de guerra nucleares, según ha informado la agencia 'Reuters'.
'Reuters' también informó de que los medios de comunicación estatales de Corea del Norte habían explicado que los misiles se habían lanzado al mar oeste de la península de Corea y que habían recorrido unos 1.500 kilómetros a una altitud preestablecida.
Las pruebas de misiles norcoreanas fueron llevadas a cabo como venganza por los ejercicios que Corea del Sur, Japón y Estados Unidos han realizado conjuntamente bajo el nombre del 'Escudo de la Libertad Ulchi' (en inglés, Ulchi Freedom Shield), según aseguran los medios norcoreanos.
Un comunicado de la 'Korean Central News Agency' (KCNA) señaló que las pruebas habían sido ordenadas para demostrar la habilidad de Pyongyang de frenar los intentos del enemigo de establecer una guerra de agresión.
"La fuerza nuclear [de Corea del Norte] dejará clara su postura de contraataque de todas las maneras posibles para frenar la guerra y preservar la paz y la estabilidad", concluía la 'KCNA'.
Los ejercicios nucleares de aviso de Pyongyang tuvieron lugar días después de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, advirtiera a sus fuerzas navales que necesitaban estar preparados para la invasión de Estados Unidos.
En un discurso dirigido al personal naval de Corea del Norte, el Día de la Marina, Kim Jong-un denunció el hecho de que Estados Unidos, Corea del Sur y Japón estuvieran llevando a cabo ejercicios trilaterales defensivos con misiles.
Kim Jong-un se refirió a los líderes de los tres países como "jefes de la mafia", según recogieron los medios de estado de Corea del Norte, y afirmó que estaban aumentando el riesgo de guerra nuclear en la península.
"Los movimientos inconscientes de Estados Unidos y de las otras fuerzas hostiles han convertido las aguas de la península en el lugar de concentración de equipamiento de guerra más grande del mundo", señalaba Kim Jong-un, según los medios del país.
El líder de Corea del Norte habló de las preocupaciones sobre la intención de los ejercicios de sus enemigos y contó a los allí presentes que Estados Unidos estaba más "agitado que nunca", según informaban los medios estatales.
Kim Jong-un también cuestionó el reciente despliegue de Estados Unidos de sus "recursos nucleares estratégicos" en la península de Corea, estableciéndola "como su base permanente".
Las declaraciones de Kim Jong-un hacían referencia a la decisión estadounidense de enviar barcos cargados de armas nucleares en julio a Corea del Sur por primera vez en cuatro décadas, como parte de su acuerdo en abril con Corea del Sur, en el que buscaban mejorar su estrategia de disuasión contra Corea del Norte.
'Associated Press' informó que intimidar a Corea del Norte había adquirido una nueva urgencia en los últimos meses después de que Pyongyang amenazara con usar armas nucleares en un conflicto con sus adversarios y llevara a cabo lanzamientos de prueba de 100 misiles desde principios de 2022.
Los dos países advirtieron en un comunicado tras la reunión inaugural del Grupo de Consulta Nuclear en Seúl que cualquier "ataque nuclear de Corea del Norte contra Estados Unidos o sus aliados es inaceptable y tendrá como resultado el fin de ese régimen".
Los ejercicios militares del 'Escudo de la Libertad Ulchi' formaban parte de la nueva estrategia disuasoria contra Corea del Norte y tenían como protagonista el uso de los bombarderos nucleares B-1B, según informó la agencia 'Reuters'.