Lo amas o lo odias: Cybertruck, la apuesta definitiva de Tesla
¿Es posible que el Tesla Cybertruck sea la creación de Elon Musk más Elon Musk posible?
Cuando el empresario presentó su novedoso y extraño vehículo, era absolutamente consciente de la polarización que iba a generar: o lo amas o lo odias. De hecho, no dudó en afirmar que no era un coche para todos en su presentación.
Cinco años más tarde, con el Tesla Cybertruck circulando ya por las carreteras, esta polarización se ha hecho más patente que nunca, con el añadido de significación política que implica ahora tener un Tesla Cybertruck.
Y es que durante estos cinco años de fabricación de Cybertrucks, Elon Musk ha pasado de ser un empresario visionario ajeno a la política, a ferviente seguidor de Donald Trump, a quien no duda en apoyar desde X, la empresa antes llamada Twitter, que compró por una millonada.
¿Y si estamos ante una burbuja tecnológica como las de los 90?
Sí, al elemento divisor del Tesla Cybertruck se suma el político y, por si fuera poco, también un punto clasista, por ser un coche no apto para todos los bolsillos, pues su precio arranca en 80.000 dólares.
¿Algo más? Por supuesto. Cuando se trata de los dueños de este modelo, la idea preconcebida que el mundo ya tiene de ellos es que son gente en busca de atención desesperada. Sea o no la realidad.
Y ojo, esto ha pasado toda la vida y los ejemplos reconocibles los tenemos en modelos como el Hummer, un coche innecesario pero imprescindible para entender los inicios del siglo XXI.
Hace años, habría costado pensar que en 2024, un modelo basado en la 'Mad Max' de los 80, fuera a generar tantas emociones encontradas. El problema para Elon Musk y Tesla es que parece que el hate está ganando.
Alertan de una 'amenaza directa' que podría acabar en la extinción de la especie humana
De hecho, se está extendiendo una especie de cruzada anti Tesla Cybertruck, en la que otros conductores denuncian las conductas antirreglamentarias de sus conductores: desde Cybertrucks mal aparcados, a conducciones peligrosas, pasando por los que se quedan tirados o tienen accidentes. Todo con tono de burla y mofa.
Foto: X - @ACABylonBee
Lo que resulta más curioso es cómo muchos conductores han pasado de anhelar el deportivo, el descapotable, el coche más rápido o el más bonito, a un coche objetivamente feo. Un coche que ha sacrificado diseño por lógica de aerodinámica, seguridad y eficiencia, según confirman sus propios ingenieros.
De paso, el coche abraza todas las teorías que propugna Elon Musk, la más obvia la de la inseguridad y la necesidad de conducir un coche irrompible. Un coche que, en caso de apocalipsis, te permita luchar contra Dementus, acompañado de Imperator Furiosa en el asiento de copiloto.
¿Y por qué iría Furiosa en el asiento del copiloto? Porque, como se preguntaba Clotaire Rapaille, antropólogo y consultor de Marketing, "¿alguna vez veré a una dama agradable conduciendo este tipo de coche?".
Son los riesgos de vincular a Elon Musk con el Tesla Cybertruck, que Elon Musk es un hombre y también influye en la percepción que el mundo tiene del Tesla Cybertruck.
Y, sin embargo, las mujeres, obviamente, también conducen Tesla Cybertruck. Sin ir más lejos, se ha podido ver a la mujer por excelencia del siglo XXI, Kim Kardashian, conduciendo un Tesla Cybertruck. Faltaría más.
Pero más allá de quien tenga o no tenga un Tesla Cybertruck, la realidad es tan sencilla como que este vehículo no deja indiferente a nadie: o lo amas o lo odias. Y, de momento, el mundo elige odiarlo.