Bajmut: la nueva Hiroshima de la guerra de Ucrania
Bajmut se ha convertido en una ciudad en ruinas tras meses de durísima lucha entre Rusia y Ucrania por el control de este enclave. Edificios reducidos a su esqueleto, vidas truncadas, horror... Todo ha cambiado para esta localidad de 80.000 habitantes ubicada en la región de Donetsk. Pero ¿cómo eran antes sus calles, las vidas de sus ciudadanos, cómo era todo antes de este dramático infierno bélico?
Antes de que guerra impusiese este paisaje devastado en Bajmut, la ciudad era conocida por su estupenda bodega local Artwinery y por las minas de sal de Soledar.
La bodega Artwinery (en la imagen), tal y como explica el sitio web Wine Traveler, fue creada en 1950 a instancias del líder soviético Iósif Stalin con el objetivo de utilizar los mismos métodos tradicionales que se usan fabricación del champán. En su mejor momento, suministró más de la mitad de la producción del vino de Ucrania. La imagen que mostramos es de 2017. Hoy por hoy, como todo en Bajmut, la actividad en las bodegas está absolutamente paralizadas.
Otro elemento distintivo de Bajmut eran las minas de sal de Soledar, una red de galerías que componían una especie de ciudad subterránea. Incluía la más grande sala subterránea del mundo, según se vendía en las guías turísticas.
El conflicto se ha estado gestando en Bajmut desde antes de la actual guerra. Cuando Rusia anexionó Crimea en 2014, las milicias prorrusas intentaron apoderarse de la ciudad, pero fueron rechazadas por las autoridades ucranianas.
En 2016, la ciudad cambió su nombre a Bajmut, reemplazando el nombre de la era soviética de Artemivsk. La ciudad comenzó a conocerse como Artemivsk en 1924 en honor al líder bolchevique soviético 'camarada Artem'.
El cambio de nombre a su forma actual fue parte de un proceso de "limpieza" de todo rastro del comunismo y que incluyó el borrado de nombres y símbolos que se consideraban parte de la glorificación del pasado soviético en Ucrania.
France 24 escribe que Bajmut fue una vez conocida como "la ciudad del vino y las rosas". Contaba, incluso, con una calle que solía decorarse con 5.000 rosas.
(En la imagen: interior de la Iglesia de San Nicolás de Bajmut en 2015).
Tras el comienzo de la guerra, en la actualidad, Bajmut no es ni la sombra de lo que un día fue. Ahora estamos ante una ciudad arrasada, con menos del 10% de su población y con unos paisajes devastados que han sido comparados con otros escenarios de guerra como Verdún o Stalingrado.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en un reciente viaje a Japón organizado por el G7, comparó la actual Bajmut con la devastada Hiroshima de después de la Segunda Guerra Mundial.
"Destruyeron todo", dijo Zelenski en una rueda de prensa con los medios de comunicación, según recogía The New York Times.
"No hay edificios. Es triste, es una tragedia, pero hoy por hoy, Bajmut está solo en nuestros corazones. No hay nada en este espacio, sólo tierra y muchos rusos muertos", comentó el presidente ucraniano.
La actual imagen aérea de Bajmut es bien distinta a la de antes de la guerra y, ahora, resulta difícil recordar cómo era la vida antes de los bombardeos. El medio France 24 lo define como un "infierno" en medio de la Tierra.
The New York Times se refirió a la actual Bajmut como un inmenso campo de batalla, "el más largo y mortífero de la invasión rusa de Ucrania".
Sea quien sea quien tenga actualmente el control real de Bajmut, Rusia o Ucrania, la disputa actualmente es por un inmenso caudal de ruinas.
Sin embargo, con miles de civiles asesinados y toda una comunidad destruida, muchos se preguntan qué tipo de victoria es gobernar sobre las cenizas de una ciudad.
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