La nueva estrategia para encontrar pareja
La AI continúa expandiéndose a casi todos los sectores, y el ámbito del amor no es una excepción. Actualmente, las aplicaciones de citas exploran formas de integrar esta tecnología para potenciar tanto la suerte de sus usuarios como su propio éxito.
Actualmente, uno de cada tres hombres en edades comprendidas entre 18 y 34 años recurre a ChatGPT para recibir consejos amorosos, en comparación con el 14% de mujeres en ese mismo rango de edad, según recoge CNBC. Por lo tanto, parece lógico pensar que esos consejos pueden ser útiles cuando se busque 'hacer match'.
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Bumble, Tinder, Grindr y Hinge están ya manos a la obra para introducir esta Inteligencia en sus aplicaciones en un futuro cercano y lo harán mediante un 'consejero amoroso' que les proporcionará a los usuarios no solo frases apropiadas para ligar con sus posibles 'match', sino también feedback sobre lo que ha ido mal.
"La IA va a ayudar a la gente a conseguir mejores conexiones", contaba el director de producto de Grindr, AJ Balance, a The Financial Times. "Será como ese amigo en el bar que te ayuda a pedirle salir a alguien, pero en un contexto virtual".
Gracias al atractivo de la cultura de 'deslizar a la izquierda o a la derecha' y el enfoque de producción en cadena del negocio de enamorarse, las aplicaciones de citas están interesadas en ayudar a sus usuarios a desenvolverse mejor en estos asuntos tan complicados.
Una encuesta realizada por Forbes Health y OnePoll a principios de este año revelaba que más del 75% de los usuarios de las aplicaciones de citas habían experimentado burnout (desgaste), y un 40% señalaba que esto se debía al hecho de que no habían sido capaces de encontrar a alguien con el que conectar, según recogía The Financial Times.
Además de aquellos que no consiguieron tener una conexión satisfactoria con nadie, el 35% de los encuestados aseguraba que habían sentido decepción por culpa de otras personas y el 27% simplemente estaba cansado de sentirse rechazado.
Forbes añadía que uno de cada cinco encuestados estaba harto de sentir que tenían que presentarse ante los demás de una manera concreta, y el 18% estaban cansados de actualizar sus perfiles e ir de una aplicación a otra.
"Creo que a veces las personas se sienten prescindibles cuando están en una aplicación de citas y también existe una competitividad inherente que se encuentra por debajo de todo", explicaba la Dra. Judy Ho, neuropsicóloga forense y miembro de la junta de Forbes Health.
El factor competitivo hace que el proceso se sienta especialmente superficial para los usuarios, que a menudo se preguntan si a su cita les gusta más otra persona o si están saliendo con otros al mismo tiempo, según explicaba Forbes.
El doctor Rufus Tony Spann, terapeuta en sexología acreditado, contaba a Forbes: "La gente que experimenta desgaste con las aplicaciones de citas está cansada de conocer constantemente a gente nueva, del fracaso y de las mentiras".
El Dr. Spann añadía que "con el tiempo, los desafortunados desencuentros vividos en las aplicaciones de citas pueden provocar que alguien pierda la esperanza en el proceso de conocer a alguien y encontrar a la persona adecuada".
Con este tipo de agotamiento que está invadiendo a los usuarios de estas aplicaciones, los beneficios de las apps más populares en el sector, como Tinder y Bumble, están disminuyendo progresivamente. Por ejemplo, las acciones de Bumble se desplomaron en un 25% el mes pasado.
Las empresas están ahora recurriendo este sistema como medida de rescate. La directora ejecutiva de Bumble, Lidiane Jones, contó a The Financial Times que el "apoyo a la conversación" por AI de su empresa "ayudaría a nuestros clientes a ganar confianza para ser su mejor versión".
Pero ¿conseguirá realmente la impulsar las oportunidades de los usuarios de las aplicaciones para encontrar lo que buscan? Carolina Bandinelli, investigadora de la Universidad de Warwick, comparte su escepticismo.
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"El objetivo de todo esto es encontrar la manera de que enamorarse sea una actividad de emparejamiento eficiente en lugar de un giro impredecible del destino", contaba Bandinelli a The Financial Times. "Y no creo que eso sea posible".