Antiguos soldados talibanes quieren mudarse a países occidentales
Más de un año después de la creación del nuevo Emirato Islámico de Afganistán por parte de los talibanes, muchos son los que en su día lucharon en dicho bando y, ahora, abandonan el país en busca de paz y una vida mejor. El lugar elegido para emprender ese nuevo camino es Occidente.
La revista francesa Marianne ha narrado la historia de varios de estos antiguos soldados explicando, en primera persona, por qué decenas de ellos han decidido abandonar Afganistán y mudarse a aquellos países que, en su día, fueron sus enemigos.
Uno de ellos es Hamad, cuyo apellido no ha sido desvelado por la popular revista francesa, nativo de Lôgar, 80 km al sur de Kabul. Hamad nunca había puesto un pie en la capital de Afganistán hasta el pasado 15 de agosto de 2021, fecha en la que los talibanes recuperaron la ciudad quitándosela de las manos a las fuerzas de coalición.
Cuentan en Marianne que, desde el restablecimiento del control talibán sobre Afganistán, Hamad trabajó como miembro de la unidad Badri 313 de las fuerzas especiales del país. Se le encomendó la tarea de administrar los puestos de control. Con el tiempo, según su propio relato, decidió cambiar de vida.
"Estoy cansado de la guerra. He matado a mucha gente. No me arrepiento, pero hoy quiero seguir adelante", contaba Hamad a las periodista Célia Cuordifede y Mortaza Behboudi sin mostrar signos de remordimiento.
Después de siete años de guerra, el excombatiente talibán aseguraba en el medio francés que cree sentirse con "derecho a algo de paz y libertad". Dos conceptos que, a muchos, ahora puedan parecer contrarios a la misión por la que Hamad luchó junto al régimen fundamentalista islámico talibán.
Ante la posibilidad de que Hamad estuviera "desilusionado" con el nuevo Emirato Islámico planteada por las dos periodistas, el ex soldado talibán respondía tajante en Marianne: "Ese no es el problema".
"El sistema que trajimos es bueno, creo en él", añadía.
Según desvela en la publicación francesa, Hamad soñaba con jubilarse en París, en Francia. Sin embargo, parece que sus planes no se podrán llevar a cabo ya que el gobierno francés no le otorgará el visado necesario para instalarse en su país. Algo muy común para aquellos ex militares talibanes que planean abandonar Afganistán.
Pero, ¿sólo migran en busca de paz y libertad aquellos que un día fueron talibanes? La respuesta es clara: no. También hay ex militares que sueñan con instalarse en Europa o el norte de América para buscar un mayor bienestar económico.
Faisal fue guardia de un hospital infantil y observador de los talibanes y quería irse de Afganistán porque no le habían pagado durante más de 14 meses.
"Llevo en el Emirato menos de cinco años, se me considera una persona joven, soy como un voluntario aquí", contaba a Marianne.
"Solo los altos mandos de los ministerios, las fuerzas especiales y los servicios de inteligencia son pagados hoy en día", agregó Faisal.
"Es difícil no recibir reconocimiento cuando has luchado como todos los demás", agregó Faisal que, aunque pudiera parecer lo contrario, no culpa al nuevo régimen de su situación.
"El problema no es que hayamos llegado a Kabul, ni la seguridad que hemos brindado. El problema es la economía, la falta de salarios, el no reconocimiento del Emirato por parte de la comunidad internacional".
Según ABC News, solo un año después de que los talibanes retomaran el control sobre Afganistán, más del 40% de los afganos vivían por debajo del umbral de pobreza y se esperaba que el 97 % cayera en la pobreza antes de finales de 2022.
"Algunas familias han recurrido a vender sus órganos para comer y otras han vendido a sus propios hijos para poder sobrevivir", escribía el periodista de ABC Hyder Abbassi.
La directora afgana del Comité Internacional de Rescate, Vicki Aken, lo tiene claro: "la intención de los líderes mundiales es aislar económicamente a los talibanes".
"Los enfoques de las políticas [internacionales] paralizaron la economía, destruyeron el sector bancario y sumieron al país en una catástrofe humanitaria que ha dejado a más de 24 millones de personas sin alimentos suficientes cada día", añadió Aken.
Ante esta cuestión, hay quien se pregunta: ¿realmente la comunidad internacional tiene la culpa de la situación actual de Afganistán y deberían, por tanto, los países occidentales permitir que los excombatientes talibanes entren en sus sociedades? Juzgue cada cual.
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