Descubren lo impensable sobre el universo de las setas: es alucinante
Según un nuevo estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores en Japón, las setas pueden comunicarse entre ellas y pueden ser muy "habladoras" después de que haya caído una buena manta de agua.
Quizás pienses que las setas son plantas, pero realmente pertenecen a un reino animal muy distinto conocido como fungi, y la realidad es que son mucho más complicadas de lo que te imaginas.
Según el periodista de la revista 'Salon', Troy Farah, las setas son solo una parte de un organismo mucho más grande que se pasa la mayoría de su ciclo vital bajo tierra creciendo y formando redes de micelio.
Farah explicó en un artículo reciente que la parte de la seta de un hongo solo se forma cuando está preparado para reproducirse y que algunos pueden establecer relaciones simbióticas especiales con los árboles.
Una de estas setas especiales (conocida como Laccaria bicolor) estaba siendo estudiada por los investigadores en Japón cuando descubrieron que las setas podían hablar entre sí.
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Según un comunicado emitido por la Universidad de Tohoku, los científicos llevan estudiando la habilidad de las setas para comunicarse entre ellas a través de impulsos eléctricos desde hace tiempo, pero la investigación y las pruebas eran hasta ahora poco concluyentes.
En el comunicado también se explicaba que "se cree que los hongos generan impulsos eléctricos como respuesta a diferentes estímulos externos y utilizan esos impulsos para comunicarse entre ellas, coordinar su crecimiento y otros comportamientos". Pero ahora existen pruebas que demuestran que la teoría es cierta.
En 2021, Yu Fukasawa lideró a un equipo de investigación de la Universidad de Tohoku hasta el bosque y usó electrodos en seis tipos diferentes de setas para ver si podría registrar alguna interacción.
Dos semanas después, una fuerte lluvia cayó en la zona y pareció llenar de vida a las setas. Según Farah, ese fue el momento en el que el equipo de Fukasawa descubrió una corriente de actividad.
Fukusawa describió la experiencia en su investigación: "Al principio, las setas mostraban menos potencia eléctrica, y deducimos que era a causa de una falta de precipitación".
"Sin embargo, la potencia eléctrica comenzó a fluctuar tras la lluvia, incluso sobrepasando los 100 mV", añadió Fukasawa, lo que el científico interpretó como la comunicación entre los hongos.
En el estudio de Fukasawa y su equipo, los investigadores establecieron que la transferencia de impulsos eléctricos entre las setas era más fuerte en aquellas que estaban más próximas entre sí, lo que les llevó a creer que había algún tipo de direccionalidad en las conversaciones.
Las pruebas reunidas por el equipo de Fukasawa han demostrado ser prometedoras, pero han dejado claro que es necesaria una investigación de campo para profundizar más en esta teoría.
"Nuestros resultados confirman la necesidad de investigar más la potencia eléctrica de los hongos en su contexto ecológico real", continúa Fukasawa. Los detalles de los resultados fueron publicados en la revista 'Fungal Ecology'.
Según el periódico 'The Guardian', a principios de abril, un estudio similar sobre la actividad eléctrica de las setas llevado a cabo por el profesor Andrew Adamatzky y publicado en la revista 'Royal Society Open Science' descubrió que algunas setas podrían tener un vocabulario de hasta 50 palabras.
Más sorprendente que el hecho de que las setas tengan vocabulario son los indicios que sugieren que ese vocabulario podría estar íntimamente relacionado con el de los humanos.
Tal y como informó 'The Guardian', Adamtzky explica que "no sabemos si hay una relación directa entre los patrones de habla de los hongos y el discurso humano. Puede que no".
Adamtzky también añadió: "Por otro lado, hay muchas similitudes en cómo procesan la información sustratos vivos de diferentes clases, familias, y especies. Solo tenía curiosidad por compararlos".
Hoy por hoy, no hay ninguna prueba definitiva sobre el hecho de que las setas hablen entre ellas de una forma identificable por los humanos. Pero a medida que la ciencia continúa explorando este fenómeno, estamos más cerca de entender los misterios de las setas y su mundo.