EEUU proporciona una nueva arma vital para Ucrania en un momento clave de la guerra con Rusia
El pasado 12 de marzo de 2024, Estados Unidos anunció un paquete de ayuda sorpresa de 300 millones de dólares (aproximadamente 276 millones de euros) para Ucrania, proveniente del capital acumulado durante rondas anteriores de asistencia en seguridad. Dentro del paquete se incluyó un arma clave que podría cambiar el curso de la guerra.
Según un comunicado de prensa del Ministerio de Defensa, se espera que Ucrania reciba un número actualmente desconocido de misiles antiaéreos Stinger por parte de Estados Unidos.
El misil antiaéreo FIM-92 Stinger es un sistema tierra-aire portátil que ha demostrado ser una de las armas más efectivas del momento. Y este nuevo arsenal llega, para Ucrania, en un momento clave del conflicto.
Vikram Mittal de Forbes informó que la nueva entrega de misiles Stinger se produce justo cuando Moscú ha intensificado la actividad aérea en la línea del frente para apoyar sus nuevas ofensivas.
"Los aviones rusos desempeñan un papel importante en la nueva ofensiva", escribe Vikram Mittal, y añade que la fuerza aérea del Kremlin proporciona "apoyo a las fuerzas terrestres que rompen las defensas ucranianas".
“Así que, para que los ucranianos puedan mantener su territorio, deben poder derribar al enemigo, de ahí la importancia de los misiles Stinger”, continúa Vikram Mittal. Pero ¿cuáles son las amenazas que realmente pesan sobre Kiev?
El acontecimiento más preocupante de los últimos meses ha sido el despliegue de la nueva bomba rusa FAB-1500, un arma de 1,5 toneladas, según CNN.
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Rusia ha convertido viejas bombas de la era soviética en armas guiadas con precisión mediante un kit de conversión que permite a los pilotos lanzar su carga útil a una distancia de hasta 70 kilómetros (112 millas).
El misil Stinger no está destinado a derribar aviones que lancen el FAB-1500, ya que sólo tiene un alcance de aproximadamente 4 a 8 kilómetros, pero puede resultar muy útil para Ucrania.
Los misiles Stinger de Ucrania son una parte integral de su red de defensa aérea, ya que pueden usarse con poco entrenamiento y pueden transportarse al campo de batalla en áreas conflictivas del frente donde el combate es más intenso.
Según Vikram Mittal, es complicado avistar a los soldados portando un misil Stinger, elemento crucial en la nueva estrategia de Ucrania para contener a Rusia. Esta estrategia implica el despliegue de una densa red de campos minados defensivos y otros obstáculos para frenar su progresión.
Mittal explicó que el aumento de la aviación rusa en el campo de batalla probablemente estaba relacionado con "el entramado de barreras defensivas, incluidos los campos minados, que los ucranianos desplegaron para obstaculizar las fuerzas terrestres rusas".
Las tropas ucranianas vigilan los campos minados y obstáculos defensivos mediante drones, y cuando las fuerzas rusas intentan penetrar en estas zonas, son atacadas y destruidas por la artillería.
“Para que las fuerzas rusas crucen campos minados, primero deben neutralizar los drones o la artillería ucraniana”, explicó Vikram Mittal, añadiendo que el ejército de Vladimir Putin optó por atacar los sistemas enemigos utilizando su fuerza aérea.
“A medida que las unidades rusas se acercan a sus objetivos, son acompañadas por aviones cuya misión es atacar la artillería ucraniana”, escribió Vikram Mittal, y ahí es donde entran en juego los misiles Stinger.
Los pilotos rusos que prestan cobertura aérea cercana son vulnerables a los misiles Stinger. Pueden evitar ataques utilizando medidas defensivas, pero esto les impedirá alcanzar la artillería ucraniana.