El FBI investiga a ciudadanos estadounidenses por sus vínculos con medios afines a Rusia
The New York Times informa que el Departamento de Justicia de Estados Unidos inició una amplia investigación sobre los estadounidenses que han trabajado con los medios rusos cercanos al Kremlin.
Se trataría de una medida para combatir la influencia del Kremlin sobre la opinión pública de Estados Unidos.
En particular, existe preocupación por posibles maniobras de cara a las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Oficiales de inteligencia estadounidenses dijeron a Reuters que el Kremlin es considerado como “una amenaza predominante” para las elecciones estadounidenses, con muchas herramientas a su alcance para respaldar a un candidato que, bajo su óptica, pueda desestabilizar a Estados Unidos.
Como era de esperar, el Kremlin rechaza estas acusaciones. Los de Putin aseguran que Rusia no interfiere en la política estadounidense.
Pero, por si acaso, según Reuters, el FBI ha registrado las casas de al menos dos ciudadanos estadounidenses debido a sus vínculos con medios rusos cercanos a Putin.
Uno de los investigados es Dimitri K. Simes, quien trabajó como asesor de la primera campaña presidencial de Donald Trump en 2016, regresó a Rusia en 2022 y actualmente presenta un programa de entrevistas semanal para la cadena de televisión estatal Rusia-1.
Dimitri K. Simes declaró a Sputnik (medio de comunicación afín al Kremlin) que la búsqueda del FBI era “un intento de asustarme, desacreditarme y dañar mi capacidad de vivir en Estados Unidos o incluso de visitar Estados Unidos, y dañar mis finanzas”.
También se cuenta entre las personas bajo el radar del FBI el ex inspector de armas de la ONU y analista militar estadounidense Scott Ritter, a quien The New York Times describe como "muy crítico de la política exterior estadounidense".
Pero Scott Ritter afirma que su único delito es ejercer de colaborador Russia Today desde 2001. Russia Today es otro de los medios cercanos al Kremlin que tiene presencia internacional.
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The New York Times señala que se esperan más investigaciones en el futuro y el Departamento de Justicia no descarta la posibilidad de presentar cargos criminales.
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