El problema que se esconde tras la energía verde: el ejemplo de Australia
La energía verde podría ser algo que nos ayude a enfrentar el cambio climático de una vez por todas. No obstante, como Australia describió de manera reciente, a veces una solución puede desencadenar una marea de nuevos problemas.
Australia alcanzó un nuevo récord en septiembre de 2023, cuando las fuentes de energía eólica y solar cubrieron el 70% de la red eléctrica del país, informó el sitio web australiano RenewEconomy.
El periódico británico The Guardian afirma que, en un momento dado, el 100% de las necesidades energéticas de Australia Oriental fueron cubiertas con fuentes renovables.
Mientras la energía solar encabeza una revolución verde, el carbón y el gas alcanzan un nuevo mínimo en Australia.
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Uno de cada tres hogares en Australia tiene paneles solares y se prevé que la tendencia se duplique en la próxima década.
Sin embargo, a medida que la energía verde avanza en Australia, una nueva serie de desafíos ha surgido.
Según la Australian Broadcasting Corporation, los precios de la energía caen a cifras negativas durante el día debido a los paneles solares eh hogares individuales.
Las grandes empresas de energía solar, como Gridcog, han expresado su preocupación por esta tendencia, ya que las obliga a generar menos energía o a desconectarse por completo durante esos períodos.
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¿El problema? La energía solar no es una fuente de energía estable, y depende del clima y el consumo. La energía producida y consumida en una fría tarde de invierno no es la misma que en una tranquila y soleada mañana de domingo de verano.
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Básicamente, hay ocasiones en las que Australia produce demasiada energía y no tiene forma de almacenarla. Después de todo, la industria eléctrica se ha centrado en la generación inmediata de energía durante más de un siglo.
Algunos como Synergy, el proveedor estatal de Australia Occidental, han comenzado a construir grandes baterías de almacenaje, en previsión de problemas con la red eléctrica.
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La revista TIME escribe que el multimillonario australiano Mike Cannon-Brookes (en la foto) está planeando construir un enorme parque solar en el Territorio del Norte del país, que se prevé será la más grande del mundo.
Cannon-Brooks planea utilizar esta planta no sólo para cubrir el mercado energético australiano, sino para abastecer a Singapur a través de un cable submarino de 4.200 kilómetros o 2.609 millas.
La emisora pública de Australia afirma que, a medida que los inversores se centran en energías más verdes, el gobierno está firmando acuerdos para mantener en funcionamiento las centrales eléctricas de carbón durante algunos años para evitar cierres repentinos.
Una revisión del gobierno estatal de Nueva Gales del Sur recomendó mantener abierta Eraring, la central eléctrica de carbón más grande de Australia, debido a la preocupación por los apagones.
El gobierno de Nueva Gales del Sur intervino después de que la compañía eléctrica anunciara que cerraría la planta siete años antes de lo previsto. Se estima que esto costará millones a los contribuyentes locales.
Aún así, estos son sólo algunos de los nuevos dilemas y desafíos a los que deberíamos acostumbrarnos a medida que la energía verde se vuelve más común en Australia y en todo el mundo.
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