Esta es la última y controvertida decisión del PRI
En medio de una profunda reflexión después de los pésimos resultados en las elecciones del pasado 2 de junio y sumergido en fracturas y polémicas internas, el PRI ha tomado otra decisión controvertida.
Hace pocos días, de hecho, pese a las críticas de algunos miembros de la formación, Alejandro ‘Alito’ Moreno, presidente del Partido Revolucionario desde 2019, ha sido reelegido en su cargo. Con él, también ha sido reconfirmada la secretaria general, Carolina Viggiano.
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El proceso de reelección, que empezó a puertas cerradas y poco después de las elecciones, acabó con un plebiscito: Moreno logró 440 votos a favor, eso es, el 97% del total del Consejo Político Nacional, según relata el diario El País. Ninguna posibilidad para sus “rival”, Lorena Piñón, que se postuló con Cuauhtémoc Betanzos: lograron tan solo ocho votos.
Algunos exdirigentes del partido ya se habían mostrado contrarios a su postulación, tildándola de irresponsable. Muchos llegaron a decir que Moreno estaba intentando secuestrar al partido y que lo llevaría a su muerte política.
Las polémicas volvieron a aflorar tras la publicación de los resultados. Como relata el diario Infobae, varios exlíderes del partido definieron esta elección como una “farsa” y la consideran “inconstitucional” y “antistatutaria”.
Asimismo, exdirigentes como Dulce María Sauri Riancho, Pedro Joaquín Coldwell y Enrique Ochoa Reza, que consideran esta reelección un “atraco”, también cargaron contra el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que todavía tiene pendiente dar una respuesta a las impugnaciones presentadas por los priistas ante la postulación de Moreno.
De hecho, recientemente el partido procedió con la reforma de sus Estatutos con el objetivo de permitir la reelección de Moreno hasta 2032. En particular, modificaron el artículo 178 para permitir que los dirigentes nacionales puedan ser reelegidos por tres periodos consecutivos de cuatro años, explica Animal Político.
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Más allá de eso, los críticos alegan que el proceso de renovación de la dirección del partido se puso en marcha sin contar todavía con el aval del INE. Por eso, muchos miembros del partido entregaron a la institución un documento que recopila varias irregularidades de la Asamblea Nacional de la formación celebrada a principios de julio. Todavía no han recibido una respuesta.
Si las autoridades establecen que la convocatoria fue ilegal, tanto las reformas del estatuto como la reelección de Moreno y Viggiano se considerarán nulas. En caso contrario, con las modificaciones aportadas, tendrían las puertas abiertas para liderar el partido durante tres mandatos, eso es, hasta 2032.
Consciente de la crisis en la que está sometido el partido, que fue hegemónico en México durante más de 70 años, pero que obtuvo menos del 10% de los votos en las últimas elecciones, Moreno se comprometió a implementar una profunda reforma del PRI para recuperar la confianza de los ciudadanos.
En su discurso tras la reelección llamó también a la unidad y a la cohesión del partido, y dejó entrever la posibilidad de apoyar la aprobación de algunas reformas propuestas por el Gobierno de López Obrador y la próxima Administración.
Sin embargo, dejó claro que el PRI nunca votará a favor de uno de los proyectos emblema de la administración de Amlo. “Lo digo con todas sus letras: la reforma al Poder Judicial es una estocada al corazón de la República, que por supuesto, el PRI no va a apoyar”, aseguró Alito Moreno.