Expertos avisan: el alto número de pérdidas de Rusia reducirá sus capacidades en el campo de batalla muy pronto
Cuando Vladímir Putin ordenó la invasión de Ucrania en febrero de 2022, Rusia entró en el conflicto con la reputación de ser la segunda mayor potencia militar del mundo. Pero todo dio un giro de 360 grados cuando comenzó la invasión.
El ejército ruso fue contenido tras meses de intensa lucha en Ucrania. Sin embargo, Rusia pudo contar con sus enormes arsenales militares y tremenda fuerza humana para continuar en el conflicto; aunque ahora parece que eso esté cambiando.
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Según el analista del ejército de Estados Unidos y alto cargo del Programa de Rusia y Euroasia del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, Michael Koffman, el Kremlin pronto podría perder sus mayores ventajas sobre Ucrania.
Durante una entrevista con Benjamin Hart de The Intelligencer, Koffman afirmó que Moscú perdería su ventaja en el campo de batalla en Ucrania a lo largo del invierno de 2025 debido al gran número de bajas que está sufriendo Rusia.
Hart señaló que, desde el principio de la invasión, los analistas se habían centrado en la gran ventaja numérica que Rusia tenía frente a Ucrania, y destacó que, aunque Moscú ha aprendido ya unas cuantas lecciones, sigue teniendo "una mentalidad carnicera".
"¿Hay algún límite en el suministro de tropas de Rusia? ¿Se puede ver cómo va desapareciendo la ventaja en su totalidad, ya sea por la disminución de las tropas o por las repercusiones políticas?", preguntaba Hart a su invitado. La respuesta de Koffman fue bastante inesperada.
Según Koffman, Rusia ha sido capaz de sortear la tormenta provocada por su guerra de desgaste gracias al uso de su fuerza humana y ventajas materiales, pero estas ventajas podrían estar agotándose, ya que Moscú está operando bajo "restricciones muy significativas".
Koffman estableció que "la ventaja de Rusia en el campo de batalla seguramente disminuya a medida que vamos entrando en el invierno y más adelante en 2025". El razonamiento detrás de las conclusiones de Koffman es doble.
Primero, los arsenales de equipamiento de era soviética están ya tiritando dado el gran número de pérdidas de equipamiento sufridas en Ucrania. "Rusia está consumiendo su legado soviético, y la tasa de producción de equipamiento es bastante baja en comparación con las cifras que se están perdiendo", señalaba Koffman.
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Informaciones sobre la escasez en los arsenales de armas de era soviética de Rusia anteriores aportan validez a las afirmaciones de Koffman. Por ejemplo, en julio de 2024, The Economist señaló que Moscú estaba perdiendo más piezas de equipamiento de las que podía producir en la mayoría de sus áreas de producción.
El artículo de The Economist señalaba que Rusia habría llegado a perder 175 tanques T-90M desde el comienzo de la guerra, pero destacaba que las estimaciones proyectadas establecían que Moscú solo podría producir unos 90 tanques anuales, de los cuales la mayoría se trataban de actualizaciones de antiguos modelos de tanques T-90A.
Otras estimaciones citadas por The Economist señalaban que cuando el Kremlin se quedara sin tanques T-90A para actualizar, su producción de nuevos tanques T-20M no alcanzaría más de las 28 unidades al año, lo que sería un problema grave para Rusia.
Hasta el 15 de octubre de 2024, el grupo de inteligencia holandés de fuente abierta, Oryx, ha sido capaz de verificar, a través de pruebas de vídeo o fotografías, que Moscú ha sufrido un total de pérdidas de 18.316 unidades de equipamiento militar desde que Putin ordenara la invasión a gran escala de Ucrania.
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Oryx también apuntó que, basándose en su método de verificación, las pérdidas de Rusia serían mucho mayores de lo que se estima. La mayor parte de estas pérdidas han sido reemplazadas por elementos de los arsenales soviéticos, una solución que Koffman y otros creen que estaría ya llegando a su fin.
"Esto no quiere decir que Rusia vaya a quedarse sin vehículos de combate armados", explicaba Koffman, añadiendo que lo que significaba era que Rusia tendría que modificar sus tácticas para minimizar pérdidas, algo que reduciría sus oportunidades de realizar un avance operacional.
Rusia se enfrenta a un problema similar en cuanto a sus tropas. Rusia sigue teniendo a muchos soldados disponibles entre sus opciones, pero la tasa de bajas que Rusia está experimentando no es algo que el país pueda soportar de forma indefinida.
"Esto tampoco quiere decir que Rusia vaya a quedarse sin soldados, pero está claro que está experimentando dificultades, y no está siendo fácil de soportar al nivel al que se están produciendo las operaciones y manteniéndose a la ofensiva con esta tasa de pérdida", anotaba Koffman.
Hasta el 15 de octubre de 2024, Ucrania estima que las bajas de personal militar de Rusia en la guerra ascienden hasta los 671.400 soldados, según datos del Estado Mayor de Ucrania. Esta estimación está prácticamente en línea con proyecciones del Ministerio de Defensa de Reino Unido y de Estados Unidos.
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