Guerra de Rusia contra la OTAN: una hipótesis que cobra fuerza
Hay una evidente serie de gestos no amistosos por parte de Rusia que indican una peligrosa escalada que, incluso, podría conducir a que Putin atacase a algún país de la OTAN. Y existe un informe oficial que apunta en esa dirección.
Entre los indicios de que Rusia, por las razones que sea, está elevando la tensión existe uno muy claro: las autoridades rusas acaban de declarar en busca y captura a Kaja Kallas, la primera ministra de Estonia. ¿La razón? Derribar estatuas de la época soviética.
Precisamente un informe del Servicio de Inteligencia Exterior de Estonia contiene detalles de lo que podría ser un plan de Putin para lanzarse a una guerra con países de la OTAN.
El informe de Seguridad Internacional 2024 del que hablamos se publicó el pasado 13 de febrero.
Imagen: Wiki Commons Por el sargento. Daniel Cole, dominio público
El informe apunta varios peligros, como los problemas planteados por China y el terrorismo internacional dentro de Europa, pero también se centra en gran medida en Rusia y la amenaza que Moscú representa para el orden internacional.
"Rusia ha elegido el camino de la confrontación a largo plazo", explicó a Kaupo Rosin (en la imagen), director general del Servicio de Inteligencia Exterior de Estonia, según recogió Newsweek.
Imagen: Twitter @kaupo_rosin
El estonio Kaupo Rosin explicó que era “altamente improbable” que el Kremlin lanzara un ataque contra sus vecinos occidentales en el corto plazo, pero instó a la OTAN a mantenerse preparada para una amenaza potencial que nadie sabe cuándo puede sustanciarse.
El jefe de inteligencia estonio sostiene que “el Kremlin probablemente esté anticipando un posible conflicto con la OTAN dentro de la próxima década aproximadamente”. En su informe detalla algunos puntos sobre esa posibilidad.
Rusia registró un aumento significativo en sus capacidades de producción militar, lo que incluye su capacidad para construir importantes equipos para la guerra como vehículos blindados y municiones de artillería, que eventualmente podrían superar la producción occidental si los países de la OTAN no aumentan su producción.
La reestructuración del mando militar, con un refuerzo de los distritos militares de San Petersburgo y Moscú en 2024, pone de relieve la creciente importancia de la frontera occidental de Rusia y su deseo de “reforzar la postura militar de Rusia hacia Finlandia”, explica el informe.
Otro cambio importante ha sido el cambio en la estructura de mando dentro del ejército ruso, que ha avanzado hacia un sistema de mando de cuatro niveles que incluye distrito, ejército, cuerpo y división. La transición indica un cambio en la forma de pensar de Moscú sobre el futuro en clave militar.
"Con la reforma militar de Shoigu (ministro de Defensa ruso), se forman cuerpos de ejército dentro de la estructura del ejército regular, lo que indica que los líderes rusos ven la necesidad de volver a un concepto de ejército de masas para continuar el conflicto en Ucrania y prepararse para un posible conflicto con la OTAN". Este razonamiento puede leerse en el informe estonio.
Rusia planea aumentar el tamaño de su personal militar de 1,1 millones a 1,5 millones para 2026, una medida que, según el informe de inteligencia de Estonia, revela que el Kremlin asume un largo conflicto en Ucrania.
En resumen, el plan de Rusia para aumentar sus fuerzas militares es ambicioso y supone una amenaza para Estonia y la OTAN. La postura agresiva de Rusia, su potencial militar y su creciente militarización anuncian un conflicto global de incalculables consecuencias.
En el prólogo del informe de Estonia, puede leerse que la OTAN se enfrentaría a un ejército de estilo soviético que. aunque tecnológicamente inferior al ejército occidental, representaría una amenaza debido a su tamaño. .
La cantidad de mano de obra, potencia de fuego y reservas que podrían utilizarse en cualquier guerra futura con Rusia sería enorme. Pero lo más preocupante para la inteligencia estonia es el hecho de que Rusia se está militarizando en todos los niveles de la sociedad para vencer a Ucrania y sus aliados.
"Aunque los planes de guerra relámpago de Rusia fracasaron, Vladímir Putin todavía cree que al continuar el conflicto, puede obligar a las partes contrarias a sentarse a la mesa de negociaciones", explicó Rosin.
"En la mentalidad del Kremlin, no sólo están luchando contra los ucranianos, sino que el camino elegido implica una confrontación a largo plazo con todo el 'Occidente colectivo'", escribió Rosin, jefe de la inteligencia estonia.
En esa beligerancia activa de Rusia se interpreta la persecución a la primera ministra Estonia y otras autoridades bálticas. "Esto es sólo el comienzo", escribió la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova (en la imagen), en su canal de Telegram. "Los crímenes contra la memoria de los liberadores del mundo del nazismo y el fascismo deben ser perseguidos".
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