Japón bajo la amenaza de un "megaterremoto"
El 8 de agosto de 2024, un fuerte terremoto de magnitud 7.1 sacudió el sur de Japón, con epicentro en las cercanías de Nichinan, en la costa oriental de Kyushu. Ante este sismo, investigadores japoneses advirtieron sobre la posibilidad de un "mega terremoto" y urgieron al país a prepararse para un evento aún más devastador.
Aunque no se han reportado daños significativos, y las alertas han sido en su mayoría levantadas, Japón continúa en estado de máxima vigilancia. El país sigue preparándose para posibles emergencias, destacando su firme compromiso con la preparación ante sismos.
De acuerdo con World Earthquakes Live, Japón es el país con el mayor riesgo de terremotos de magnitud superior a 6.5, con un índice de Riesgo Sísmico Global de 6.7404. Este alto nivel de riesgo se debe a la ubicación del país en la intersección de cuatro placas tectónicas, lo que genera una intensa actividad sísmica y volcánica en la región, según publica japonismo.com en un artículo.
Japón, situado en el "Anillo de Fuego" del Pacífico, una vasta región en forma de herradura que abarca unos 40.000 kilómetros, concentra aproximadamente el 75% de los volcanes activos del mundo y es el origen de alrededor del 90% de los terremotos globales. Esta ubicación lo expone constantemente a la implacable fuerza de la naturaleza, según National Geographic.
Esta región es una de las más geológicamente activas del planeta, destacando por sus zonas de subducción donde placas tectónicas colisionan, y una se hunde bajo la otra, generando intensa actividad sísmica y volcánica. Entre estas zonas, la Fosa de Nankai se extiende a lo largo de 700 kilómetros.
Foto: Wikipedia.org
En este caso, la placa tectónica que se encuentra bajo el mar de Filipinas se mueve lentamente debajo de la placa continental que sostiene Japón, avanzando varios centímetros cada año, según un informe del Comité de Investigación de Terremotos del gobierno de 2013.
“Aproximadamente el 10% de los terremotos de magnitud 6 o superior ocurren en Japón o sus alrededores, lo que implica un riesgo significativamente mayor en comparación con regiones como Europa o el este de Estados Unidos, donde los terremotos son mucho menos frecuentes", explica Shoichi Yoshioka, profesor en la Universidad de Kobe,
Es la primera vez que la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) utiliza su nuevo sistema de alerta, implementado tras el devastador terremoto de 2011 que provocó un tsunami mortal y una catástrofe nuclear en Fukushima, causando aproximadamente 18.500 muertes. Este terremoto de magnitud 9 sigue siendo el último "mega terremoto" registrado en Japón.
Los japoneses están excepcionalmente preparados para los terremotos. De hecho, el 1 de septiembre está dedicado a la prevención de desastres, conocido como el Día de la Preparación para Desastres (防災の日, bousai no hi), en conmemoración del Gran Terremoto de Kanto de 1923, que causó más de 100,000 muertes en Tokio y sus alrededores, según publica japonisimo.com.
Además de la constante medición sísmica (en la imagen), Japón ha desarrollado estrategias para prevenir los terremotos, como construir infraestructuras resistentes y educar a la población. Desde 2007, los smartphones en Japón tienen un sistema de alerta temprana que emite una alarma segundos antes del temblor, permitiendo tomar medidas preventivas, según informa web-japan.org.
A pesar de la advertencia, la población permanece en alerta máxima en todo el país. En un articulo publicado por la CNN, Yota Sugai, un estudiante de 23 años, expresó que la advertencia en televisión le generó una sensación de urgencia y miedo, llevándolo a asegurar suministros de emergencia, monitorear mapas de zonas de riesgo e investigar cómo ayudar a sus familiares en las zonas costeras con planes de evacuación.
"Cada vez, somos testigos de la trágica pérdida de vidas, de edificios aplastados y de tsunamis que causan devastación, y dejan una impresión duradera de miedo", dijo Yoshioka, de la Universidad de Kobe. "Es probable que este miedo sea compartido por muchos ciudadanos. Creo que esto contribuye significativamente a que Japón esté tan preparado".
Sugai comentó que el reciente terremoto de Año Nuevo, que dejó cientos de muertos en la península de Noto, le recordó la imprevisibilidad y el poder destructivo de la naturaleza.
Según la misma fuente, otro estudiante, Mashiro Ogawa, de 21 años, preparó un "kit de emergencia" en casa e instó a sus padres a hacer lo mismo. Además, evitará las playas y reorganizará su mobiliario para mayor seguridad, señalando que el riesgo sísmico, antes distante, ahora le parece muy real, reflejando la seriedad con la que la gente en Japón enfrenta los constantes terremotos.
Según las previsiones del Gobierno de Japón, hay una alta probabilidad de que se produzca un nuevo terremoto de magnitud entre 8 y 9 en los próximos 30 años. La depresión de Nankai ha registrado grandes sismos cada 100 a 200 años, con los últimos de magnitud 8,1 ocurriendo en 1944 y 1946, que causaron al menos 2.500 muertes y extensa devastación.
Robert Geller, sismólogo y profesor emérito de la Universidad de Tokio, expresó su escepticismo sobre la predicción de un terremoto en la Fosa de Nankai, llamándolo una "construcción inventada" y un "escenario puramente hipotético". Argumenta que los terremotos no siguen ciclos predecibles y pueden ocurrir en cualquier momento, cuestionando la validez de basar las predicciones en eventos pasados.
Aunque las autoridades emitieron una advertencia sin precedentes después del terremoto, advirtiendo sobre la posibilidad de otro evento significativo, según Yoshioka, la probabilidad de que un sismo en la Fosa de Nankai ocurriera inmediatamente era aún baja, con un riesgo aumentado de menos del 1%.
Según Thomas Lecocq, un "mega terremoto" en la Fosa de Nankai, frente a la costa sur de Japón, podría desencadenar tsunamis que afectarían a numerosos países del Pacífico. Estos eventos tienen el potencial de provocar inundaciones a grandes distancias; por ejemplo, el tsunami de 2011 en Japón llegó hasta Chile, y el terremoto de 2004 en Indonesia causó muertes en Kenia, según publica RTBF.