La extraña unión entre las rivales Alexandria Ocasio-Cortez y Marjorie Taylor Greene
La líder política de izquierda Alexandria Ocasio-Cortez escribió su nombre junto al de la provocadora derechista del MAGA, Marjorie Taylore Greene, en una carta reciente enviada al presidente Joe Biden sobre el caso del fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Los dos polos opuestos de la política se encontraban entre un grupo ecléctico de otros 14 miembros del Congreso que imploraron a Biden que detuviera la extradición del periodista Julian Assange y pusiera fin a cualquier proceso judicial en su contra por su trabajo como periodista.
"Es deber de los periodistas buscar fuentes", decía la carta a Biden, según una copia publicada en la cuenta de Twitter del representante Thomas Masse, "incluidas pruebas documentales, para informar al público sobre las actividades del gobierno".
“Estados Unidos no debe llevar a cabo un procesamiento innecesario que corre el riesgo de criminalizar prácticas periodísticas comunes y, por lo tanto, entorpecer el trabajo de la prensa libre”, explica la carta, que insta a Biden a cerrar el caso de Assange de manera oportuna.
Assange se encuentra actualmente en prisión en Gran Bretaña y lucha contra una orden de extradición estadounidense que podría enviar al ciudadano australiano a Estados Unidos para enfrentarse a una serie de cargos, entre los que se incluyen algunos que se recogen en la Ley de Espionaje, según The Guardian.
Los cargos que enfrenta Assange se relacionan con la publicación de miles de documentos sobre las guerras en Irak y Afganistán que su organización filtró, así como con cables diplomáticos que WikiLeaks publicó durante un período que abarca 2010 y 2011.
Los firmantes de la carta advirtieron a Biden que su administración corre el riesgo de poner en peligro su relación bilateral con Australia si Estados Unidos continúa buscando la extradición de Assange por los crímenes que el gobierno federal ha acusado a Assange de cometer.
"Somos conscientes de que el caso Assange ha sido citado por funcionarios de la República Popular China para afirmar que Estados Unidos es 'hipócrita' cuando se trata del supuesto apoyo a la libertad de prensa", explica la carta.
"También somos muy conscientes de que, si se lleva a cabo la extradición y el procesamiento por parte de Estados Unidos, existe un riesgo significativo de que nuestra relación bilateral con Australia se vea gravemente dañada", continúa la carta.
En septiembre, una delegación multipartidaria de miembros del Parlamento australiano y otras figuras destacadas del gobierno viajó a Estados Unidos en una misión para obtener el apoyo de los legisladores estadounidenses para lograr que se retiraran los cargos contra Assange.
Assange es ciudadano australiano y Mediaite señaló que el primer ministro del país, Anthony Albanese, ha expresado su frustración por la negativa del presidente Biden a poner fin al continuo procesamiento de Assange por parte del gobierno estadounidense.
Curiosamente, la carta a Biden instando a poner fin al procesamiento de Assange cuenta con el apoyo bipartidista de una amplia gama de legisladores que normalmente no tendrían poco en común, incluido el republicano libertario Rand Paul y la líder del Caucus Demócrata Progresista Pramila Jayapal.
The Hill señaló que otros firmantes de la carta incluyen: Jim McGovern, Rashid Talib, Eric Burson, Ilhan Omar, Paul Gozar, Ayanna Pressley, Matt Rosedale, Greg Cesar, Cori Bush, Jamaal Bowman y Jesús 'Chuy' García, que es un grupo bastante diverso de figuras políticas de izquierda y derecha de Estados Unidos.
Los firmantes de la carta pidieron a Biden que recordara las acciones del Departamento de Justicia en 2013, cuando era vicepresidente, señalando que el departamento de gobierno decidió no seguir adelante con el procesamiento de Assange por sus prácticas periodísticas en ese momento.
Además, la carta señalaba que la Ley de Espionaje de 1917 nunca tuvo como objetivo castigar a periodistas y denunciantes que intentaban informar al público, sino castigar a empleados gubernamentales que vendían secretos de estado a gobiernos enemigos.
“Los medios de comunicación internacionales, los defensores de los derechos humanos y la libertad de prensa y los miembros del Congreso, entre otros, han expresado repetidamente su profunda preocupación por este caso”, señala la carta. Aún está por verse si se tendrá en cuenta o no la advertencia.