Malas noticias para Putin: ¿puede Rusia perder Crimea?
Según apuntan los representantes encargados de la zona, los oficiales ucranianos están viendo señales que indicarían que las fuerzas rusas en Crimea estarían preparándose para abandonar la península en el caso de que el Kremlin no pueda mantener tan importante región.
Tamila Tasheva ha sido la portavoz permanente de Crimea designada por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski desde abril de 2022 y recientemente ha contado al medio 'Newsweek' que Kiev ha observado señales de que las fuerzas militares rusas podrían estar preparando su retirada de la península.
"Ucrania está preparada para recuperar Crimea y otros territorios ocupados, y los rusos lo saben", explicaba Tasheva antes de explicar las medidas que el ejército ucraniano había tomado para preparar el terreno en el caso de que se produjera una retirada rusa.
"Desde al menos agosto de 2022, ha habido revueltas y sabotajes hacia el ejército ruso y la infraestructura de transporte, incluyendo las del sistema ferroviario, el puerto ocupado por Rusia o la explosión del puente de Crimea", añadía la portavoz ucraniana de Crimea.
Tasheva también explicó que las acciones tomadas contra la logística rusa habían obligado a Moscú a redistribuir sus tropas, vehículos y maquinaria más allá de la frontera y hacia el interior del territorio. Una situación que, según Tasheva, da muchas pistas sobre las intenciones futuras de Rusia.
"Eso nos dice que ellos esperan que la situación empeore, y eso tienen que explicárselo también a la población local", informaba Tasheva, añadiendo que la narrativa rusa sobre Crimea había cambiado respecto a como era al principio de la guerra.
La actual narrativa rusa ha cambiado: al principio, Moscú declaró que podía proteger la Península de Crimea gracias a su potente defensa aérea y ahora explican a los ciudadanos que no tienen por qué preocuparse ante los recientes disparos y explosiones que están viviendo, ya que, según Rusia, se tratan de pruebas militares o accidentes.
Sin embargo, los rusos que se mudaron a Crimea después de que la región fuera anexionada en 2014 deberían estar preocupados, ya que Kiev ha dejado claro que no tiene intención de parar hasta que todos los territorios ocupados por Rusia hayan sido devueltos a Ucrania, incluyendo Crimea.
"No podemos imaginarnos Ucrania sin Crimea", dijo el presidente Zelenski en una entrevista el 3 de julio en la 'CNN' sobre sus intenciones en Crimea. "Mientras Crimea se encuentre bajo la ocupación rusa, eso solo significará una cosa: la guerra no ha terminado", añadió Zelenski.
El comandante jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valerii Zaluzhny, también ha opinado firmemente que la guerra con Rusia no parará hasta que reconquisten la Península de Crimea, independientemente de lo que Occidente piense que va a hacer Putin.
"Tan pronto como tenga los medios, me pondré en marcha. No me importa nada los demás, nadie me parará", dijo Zaluzhny en una entrevista con el 'Washington Post'.
Sin embargo, recuperar Crimea a través de una intervención militar será difícil. Según apuntó en abril el periódico 'The Moscow Times', la península está conectada al continente por un estrecho istmo y el ejército ucraniano no tiene las suficientes capacidades anfibias necesarias para capturar la península por la fuerza.
"Incluso para llegar hasta Crimea, las tropas de Kiev tendrían que luchar a través de unos 160 kilómetros de territorio ocupado en Ucrania, que se encuentra fuertemente defendido por Rusia", escribía 'Newsweek'. "Y para aislar completamente la península, el ejército ucraniano tendría que llegar hasta la costa del Mar de Azov".
La segunda mejor opción sería expulsar a las tropas rusas de la misma manera que lo hicieron en la cabeza de puente de Jersón en el verano de 2022 y puede, en realidad, que esa sea la manera en la que lo ha planeado Ucrania, teniendo en cuenta la forma en la que ha estructurado sus ataques.
"Por supuesto, Crimea sigue siendo una base militar importante para los rusos, tienen normalmente unos 35-37.000 oficiales y soldados desplegados allí", explicaba Tamila Tasheva.
"Pero si miras las imágenes por satélite ahora, podrás ver que están construyendo fortificaciones a lo largo de la costa oeste, probablemente como una medida de prevención contra un posible ataque anfibio", continuaba Tasheva.
Hay otros indicios que también podrían mostrar la preocupación de Rusia. Las playas han sido clausuradas y los atascos en el puente de Kerch hacia el continente son habituales. Tal y como informa 'Newsweek', la guerra está deteriorando la seguridad de la península, algo que se espera sea suficiente para que Rusia la abandone.