Polémica en Venezuela: Maduro ordena construir cárceles para ‘reeducar’ disidentes políticos
La tensión aumenta en Venezuela, con el gobierno liderado por Nicolás Maduro viéndose atrincherado ante las protestas a nivel nacional y solo a nivel internacional.
El canal español laSexta indica que el mandatario venezolano ha declarado que hay más de 2.000 detenidos durante la primera semana de protestas después de unas elecciones presidenciales polémicas.
Todo inició con las elecciones presidenciales en Venezuela, el 28 de julio. El Consejo Nacional Electoral de dicho país declaró a Maduro ganador con sólo el 80% de las actas de votación. El CNE afirma no poder mostrar toda la documentación debido a un supuesto hackeo.
La oposición venezolana, liderada por María Corina Machado, afirmó tener registro de más de la mitad de las actas a través de los testigos de mesa, indicando irregularidades en las cifras publicadas por el CNE.
El Gobierno de Venezuela no se ha quedado con los brazos cruzados ante las protestas. El diario venezolano El Universal informa que Nicolás Maduro ha afirmado que construirá dos nuevas cárceles de máxima seguridad para encerrar a los manifestantes.
“Los vamos a agarrar a toditos. A ellos los entrenaron en Estados Unidos, en Colombia, Perú y Chile. El entrenamiento era: se le da una orden para atacar”, afirmó Maduro, según cita El Universal de Venezuela.
Maduro acusó a los manifestantes de atacar estaciones de policía, afirmando que más de 300 puestos policiales habían sido vandalizados en toda Venezuela.
“No habrá perdón ni contemplación”, sentenció Maduro, según declaraciones recogidas por la radio española Cadena SER. El mandatario venezolano afirmó que estos centros penitenciarios servirían para “reeducar” a los manifestantes.
“Veremos si estas cárceles logran convertirse en granjas productivas, [...] como hacían en aquella época. Los sacaban a hacer carreteras. Hay muchos caminos que hacer, que vayan a hacer carreteras”, declaró Nicolás Maduro.
El comentario de Maduro hace recordar a la Venezuela de la primera mitad del siglo XX, donde la construcción de carreteras y otras obras públicas por parte de disidentes políticos (particularmente estudiantes universitarios) estaba a la orden del día.
Lo que sí es cierto, es que ordenar la construcción de cárceles para encerrar a disidentes políticos no es exactamente las acciones que se espere (o se desee) del ganador de unas elecciones democráticas.