El futuro que pudo ser y no fue: predicciones que no se cumplieron
Cada año, a los expertos en diferentes campos les gusta hacer predicciones sobre el futuro. Nos entusiasma saber cómo será el mundo dentro de un año, dentro de 10 años o dentro de 50. Pero mientras que algunas predicciones resultan acertadas, otras terminan siendo totalmente erróneas.
Si te preocupa el futuro, tal vez esta lista de predicciones famosas hechas en el pasado y que resultaron estar totalmente equivocadas te sirva como recordatorio de que el futuro no está escrito en piedra.
Foto: Javier Allegue Barros/Unsplash
En 1920, The New York Times publicó un artículo que decía que un cohete nunca podría abandonar la atmósfera terrestre.
En el artículo se criticaban las ideas de Robert H. Goddard, ingeniero y pionero de los cohetes, argumentando que los vuelos espaciales eran imposibles porque no había nada en el vacío cósmico contra lo que pudieran empujar los gases de escape.
En 1932, Albert Einstein, uno de los físicos más influyentes de todos los tiempos, dijo: “ No hay la menor indicación de que alguna vez se pueda obtener energía nuclear. Significaría que el átomo tendría que ser destrozado a voluntad.”
Pero diez años más tarde, en 1942, el físico italiano Enrico Fermi logró la primera reacción nuclear en cadena que demostró que los neutrones podían dividir los átomos.
Cuando Thomas Edison inventó la bombilla eléctrica en 1880, Henry Morton, presidente del Instituto de Tecnología Stevens, dijo que resultaría ser un "fracaso notorio".
Se dice que el banquero Junius Morgan le dijo a su hijo JP Morgan que no invirtiera en el invento de Edison. Por suerte para él, no escuchó los consejos de su padre.
En vez de eso, JP contrató a Edison para cablear su mansión, convirtiéndola en la primera residencia privada en Nueva York en tener iluminación eléctrica e invirtió mucho en ella, eventualmente financiando a la compañía General Electric.
Otro invento que se pensó que era solo una moda, una locura sin futuro real, fue el automóvil.
En 1903, el presidente del Michigan Savings Bank advirtió al abogado de Henry Ford, Horace Rackham, que protegiera su dinero. “El caballo llegó para quedarse pero el automóvil es solo una novedad, una moda pasajera”, le aconsejó en una carta.
En 1904, The New York Times informó sobre un debate en París entre un especialista del cerebro y un médico sobre los peligros de conducir automóviles a altas velocidades porque el cerebro no puede seguir el ritmo del auto.
“Si el cerebro no puede adquirir una velocidad de ocho millas por hora, entonces un automóvil que funciona a una velocidad de 80 millas por hora está funcionando sin la guía del cerebro, y los muchos resultados podrían ser desastrosos”, dijeron según el NYT.
Otro invento que también se pensó sin mucho futuro es la televisión. El capo de 20th Century Fox, Darryl Zanuck, dijo que la televisión no sería capaz de aferrarse a ningún mercado después de los primeros seis meses. “La gente pronto se cansará de mirar una caja de madera todas las noches”, dijo.
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Muchos dibujos futuristas del pasado muestran ciudades hechas de acero, y el inventor Thomas Edison compartió esta visión del mundo futuro. En una entrevista con el Miami Metropolis en 1911, habló sobre la floreciente producción de acero de Estados Unidos...
“El bebé del siglo XXI será mecido en una cuna de acero; su padre se sentará en una silla de acero en una mesa de comedor de acero, y el tocador de su madre estará equipado con muebles de acero, convertidos con ingeniosos barnices en la apariencia de palisandro, caoba o cualquier otra madera que le apetezca a la señora”, predijo el inventor.
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En 1906, el compositor John Philip Sousa advirtió al mundo sobre “la amenaza de la música mecánica” en un artículo que atacaba a las máquinas que llevaban sinfonías a los hogares de las personas.
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“Será simplemente una cuestión de tiempo para que el músico aficionado desaparezca por completo, y con él una multitud de maestros vocales e instrumentales, que se quedarán sin campo ni vocación”, escribió.
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Waldemar Kaempffert, editor científico del New York Times, escribió en 1950 un artículo titulado “Milagros que verás en los próximos cincuenta años”. Uno de ellos hablaba sobre limpieza.
Kaempffert habló de un aparato de limpieza universal que podría parecerse a una manguera. Describió la vida y las tareas de una futura ama de casa a la que llamó “Jane Dobson”. “Cuando Jane Dobson limpia la casa, simplemente abre la manguera para todo”, escribió.
“¿Por qué no? Muebles (tapicería incluida), alfombras, cortinas, pisos, todos de tela sintética o plástico impermeable. Después de que el agua haya corrido por un desagüe en el medio del piso, Jane enciende una ráfaga de aire caliente y lo seca todo”, agregó el editor.
Aunque ahora tenemos robots que aspiran o cocinan, estamos lejos de tener un aparato de limpieza universal. En todo caso, parece que tenemos más electrodomésticos que realizan tareas diferentes pero específicas.
En 1966, la revista Time publicó un ensayo llamado “ Los futuristas” que analizaba la vida en el año 2000. Una cosa que pensaron que sería rechazada por la humanidad son las compras en línea.
“Si bien es completamente factible, las compras en línea fracasarán porque a las mujeres les gusta salir de casa, manejar la mercancía, les gusta poder cambiar de opinión”, dice el ensayo.
Si bien es cierto que a muchas personas todavía les gusta ir de compras a las tiendas, el comercio electrónico ahora está arraigado en nuestro mundo capitalista, más aún después de la pandemia de Covid-19. La prueba es que las ganancias de Amazon aumentaron casi un 200% desde el comienzo de la pandemia.
La historia de la humanidad está repleta de predicciones como estas, que fueron aceptadas en sus tiempos y después resultaron totalmente erróneas. Así que la próxima vez que le agobie el futuro, recuerde que lo que hoy parece imposible, mañana quizás se pueda lograr.