Qué fue de la 'Niña del napalm' más de 50 años después
Se cumplen más de cincuenta años de la histórica foto bautizada como 'La niña del napalm' ('Napalm Girl'). Una imagen, captada un 8 de junio de 1972, que mostraba la escalofriante huida de una niña de tan sólo 9 años, desnuda y con cara de terror, después de que aviones Skyraider del ejército de Vietnam del Sur arrojaran napalm (sustancia que causa quemaduras muy graves en los cuerpos de aquellos en los que cae) sobre el pueblo en el que vivía la joven, Trang Bang.
Más de medio siglo después de lo ocurrido, Phan Thi Kim Phuc es una persona diferente. Marcada por la tragedia pero con ganas de sonreír a la vida. Una mujer fuerte cuya vida ha estado marcada por esta foto que se ha convertido en símbolo de la tragedia de la guerra de Vietnam y en una imagen definitoria del siglo XX.
La fotografía, titulada oficialmente 'El terror de la guerra', fue tomada por el fotógrafo de Associated Press Nick Ut. La imagen cautivó al mundo al representar el drama causado por la violencia indiscriminada que caracterizó la guerra de Vietnam. Una guerra que se saldó con la muerte de más de un millón de civiles.
Nick Ut no solo tomó la fotografía ganadora del premio Pulitzer que hizo conocida en todo el mundo a la joven Phan Thi Kim Phuc, sino que también ayudó a los niños afectados a superar las heridas y secuelas que les dejaba esta cruel guerra.
Nick Ut todavía recuerda cómo los niños gritaban mientras corrían tras el ataque con napalm. "¡Tengo mucho calor!", gritaban. "¡Me estoy quemando!", decían según los recuerdos que el fotógrafo trasladaba a los medios de comunicación tiempo después de realizar la foto. Por ello, Nick Ut echó agua en el cuerpo de los niños y niñas para, así, intentar aliviar sus quemaduras y, después, llevarles a un hospital.
En una entrevista con el Toronto Star, Ut dijo que tuvo que amenazar al personal médico del hospital para convencerlos de que trataran a la niña, ya que estos afirmaban que no quedaban camas. Les dijo que acababa de tomar la foto y que, si no les ayudaban, contaría a los medios lo ocurrido.
Más de cincuenta años después y con una recuperada Kim, el fotógrafo y la joven vietnamita siguen en contacto. Tal y como publicaba el Toronto Star, Kim llama cariñosamente al reportero gráfico "tío Ut" y el fotoperiodista asegura que Kim es como su hija.
"Considero al tío Ut como mi héroe... creo que le debo mucho en esta vida", decía la propia Kim al mismo medio. "Le considero parte de mi familia".
Kim, que cuando se produjo el ataque sobre su pueblo tenía 9 años, terminó siendo tratada en el hospital durante catorce meses debido a sus quemaduras. Tras ver su foto corriendo desnuda y presa del dolor y el horror vivido, asegura que la imagen no fue de su agrado. En CNN, Kim dijo: "Cuando era niña, estaba muy avergonzada. No me gustó la foto para nada. ¿Por qué me habían hecho una foto así? No quería verla".
Tras el paso de varias décadas de lo ocurrido, Kim llegó a Canadá en 1992 después de que le concedieran asilo. Allí llegó a formar su propia familia lejos de los amargos recuerdos que le quedaban de su tierra. A medida que maduraba y se recuperaba del trauma de todo lo que le había sucedido, Kim comenzó a apreciar la famosa fotografía de Nick Ut.
Fue entonces cuando comenzó a ver la famosa imagen de otra manera. Entendió que podía ser una fuente de esperanza para otras personas que pasaran o hubieran pasado por una situación similar. Porque ella no solo sobrevivió a esa terrible experiencia, sino que también prosperó.
Con el tiempo Kim se convirtió en autora de un libro en el que narraba la tragedia vivida en su infancia, 'Fire Road'. También puso en marcha una organización benéfica para ayudar a los niños de la guerra, la Kim Foundation Internacional. En aquellos años viajó por todo el mundo para, en primera persona, contar sus vivencias y hablar de la importancia del perdón.
En 1997 fue nombrada Embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas. En mayo de 2022, Kim y Nick Ut se reunieron con el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro regalándole a 'Su Santidad' una copia de la histórica foto.
"Con el tiempo me di cuenta de que esa foto se había convertido en algo así como un poderoso regalo para mi", decía Kim a CNN. "Puedo usarla para trabajar en el nombre de la paz".
"Ahora puedo echar la vista atrás y abrazar esta imagen. Estoy tan agradecida de que Ut capturara ese momento histórico y registrar el horror de la guerra... Imágenes como estas pueden cambiar el mundo".
Para Ut, el trabajo del fotógrafo de guerra es algo vital. En la actualidad el fotoperiodista está jubilado pero no duda en la importancia de los reportajes gráficos de sus colegas de profesión. "Documentar las atrocidades hoy en día es tan importante como lo era entonces en Vietnam", dice al mismo medio.
"Ahora hay muchas imágenes de lo que ocurre. Pero sigue habiendo algo instantáneo, algo de verdad en estas imágenes: el poder de mostrárselas al mundo y contar lo que ocurre".
"Más de cincuenta años después de lo ocurrido, puedo decir que ya no soy una víctima de una guerra", dice ahora a CNN una sonriente Kim. "Estoy agradecida, soy una superviviente y tengo la oportunidad de trabajar por la paz".
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