Yanis Varoufakis: qué fue de aquel ministro griego
Corría el año 2015, no hace tanto, cuando la izquierda llegó al poder en Grecia, de la mano de Syriza y liderada por Alexis Tsipras.
El nuevo presidente griego confió la economía del país a un economista que pasó del anonimato a brillar cual estrella de Hollywood quien, igual que llegó, se fue. Hablamos, como no, de Yanis Varoufakis.
El que fuera ministro de Finanzas griego era la antítesis de la imagen que se tiene de un economista: cuerpo musculado, andares contundentes, mentón de galán de cine y, para coronarse, la siempre eficaz chaqueta de cuero, casco y moto.
Por si fuera poco, a esa planta de superhéroe le sumó un objetivo inesperado para muchos y aplaudido por otros tantos: retar a la Unión Europea de Angela Merkel y recuperar el mando de una Grecia sometida a recortes históricos y una crisis sin precedentes.
Yanis Varoufakis se sabía un caballo ganador. Tenía ese aura hipnótica de los revolucionarios de antaño, combinado con un look de dandy de los 80 actualizado. Hasta el punto que se ganó el apodo de 'Varoufucker'.
Pero la estrella de Yanis Varoufakis se apagó. La crisis económica de Grecia, un referéndum que no salió como esperaban y el poder de una Unión Europea que le tomó como enemigo a batir, acabaron con su periplo como ministro de Finanzas en poco más de seis intensos y legendarios meses.
¿Y a partir de ahí? La imagen icónica habría sido la de Yanis Varoufakis subiéndose a su moto y conduciendo hacia el horizonte, mientras se pone el sol. Y así fue, al menos, para la UE más allá de Grecia.
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La realidad es que, tras dimitir en julio de 2015, Yanis Varoufakis retomó su carrera como profesor, escritor, bloguero, activista y, además, conferenciante, a razón de 60.000 dólares por intervención. Y lo hizo en Australia, pues tiene doble nacionalidad griega y australiana, para estar con su hija Xenia.
Durante esta vuelta a la normalidad, Yanis Varoufakis iba rumiando su forma de volver a la primera línea política y ésta llegó con la creación del movimiento paneuropeo 'Movimiento Democracia en Europa 2025', en febrero de 2016.
Este movimiento desembocaría en la creación del partido Frente Europeo de Desobediencia Realista (MeRA25) con el que concurrió a las elecciones legislativas de 2019 en Grecia, logrando 9 escaños.
Mucho peor fueron las cosas en mayo de 2023, cuando el MeRA25 de Varoufakis no pasó el 3% de la primera ronda y fue aplastado por el conservador Kyriakos Mitsotakis. La derecha volvía a truncar los planes políticos de Varoufakis, aunque ya anunció que volverá a concurrir en las próximas elecciones.
Lo que confía no se vuelva a repetir es el altercado que sufrió en marzo de 2023, en el barrio de Exarchia en Atenas, dos meses antes de las elecciones generales de Grecia, cuando fue asaltado por un agresor.
Según recogía el diario 'Efimerida ton Syntakton', Yanis Varoufakis tuvo que ser ingresado en un hospital de Atenas, con la nariz rota.
Entre su llegada fulgurante a la política y la escena de la nariz rota, habían pasado ocho intensos y complicados años en los que la vida de Yanis Varoufakis se había asimilado más a la de una estrella de rock que a la de un político experto en Finanzas.
Está por ver si, al igual que las estrellas de rock, Yanis Varoufakis mantiene viva su leyenda o prefiere que su recuerdo, más allá de Grecia, quede como aquel héroe homérico que trató de luchar contra el sistema pero falló en el intento.