Salen a la luz los secretos del infame y letal cohete V2 de Hitler
Fue un precursor de los cohetes que hoy en día llevan personas al espacio. Una de las primeras obras maestras de la ingeniería aeroespacial que, sin embargo, fue utilizada por Hitler como arma letal. El infame cohete V2 aún esconde secretos que ahora por fin serán revelados en el Museo Alemán de Múnich.
Con 14 metros de altura, y ahora con algunas manchas de óxido, el cohete V2 llegó en 1963 al Museo Alemán, donde permaneció olvidado durante mucho tiempo. Ahora los científicos están examinando esta reliquia de la Segunda Guerra Mundial.
La termografía, radiación electromagnética en el rango de infrarrojos, tiene como objetivo aclarar qué hay debajo de la pintura visible del V2 y cuántas capas de pintura hay. Los expertos creen que bajo la capa de pintura blanca del cohete se esconde otra capa de algún tipo de pintura de camuflaje. Una vez aclarada esta cuestión, debería comenzar la restauración del V2. "Todavía tenemos muchas preguntas", afirma el responsable de la historia de la aviación y los viajes espaciales, Andreas Hempfer (en la imagen de la derecha).
"El cohete no fue diseñado para ser duradero. Ahora se puede ver eso en el objeto", explicó Anna Dohnal, según el periódico Bild, cuyo proyecto principal pretende aclarar el estado del V2 como requisito previo antes de llevar a cabo un plan de restauración.
Se estima que entre 8.000 y 12.000 personas perdieron la vida como consecuencia del uso de los cohetes V2, también llamados Agreggat 4 (A-4). Adolf Hitler las llamó "armas de represalia". En total, durante la Segunda Guerra Mundial se dispararon unos 3.000 cohetes V2, principalmente contra Amberes y Londres. El primer V2 llegó a Londres el 7 de septiembre de 1944.
Wernher Freiherr von Braun (1912-1977, a la derecha en la foto) trabajó en el cohete desde que era estudiante. Inicialmente, el objetivo de la fabricación de los cohetes era llegar al espacio, pero incluso antes de que los nazis llegaran al poder, los militares ya habían mostrado un enorme interés en la investigación de Braun.
Los éxitos obtenidos con los modelos predecesores al A-4, que más tarde pasaría a la historia como el "arma milagrosa" V2, le aseguraron a von Braun la confianza de los dirigentes nazis a partir de 1937. Von Braun fue encargado el desarrollo, junto a un equipo, de un gran cohete funcional y de uso militar con motor de propulsión líquida.
"Solo en el complejo del campo de concentración de Mittelbau-Dora, donde se fabricó el cohete en condiciones inhumanas, murieron unos 20.000 prisioneros y trabajadores forzados de campos de concentración", según explicaba el Museo Alemán. Si un cohete fallaba, los prisioneros eran ejecutados al azar.
En la imagen: Vista aérea del complejo del campo de concentración de Mittelbau-Dora y de la fábrica de V2.
El V2 estaba equipado con aproximadamente 1 tonelada de explosivos. Tenía una autonomía de 400 km y alcanzaba una velocidad de 5.000 km/h. Completó la mayor parte del vuelo a Londres en 320 segundos a una altitud de 90 km, motivo por el que no pudo ser localizado con radar.
Tras el fin de la guerra, Estados Unidos se hizo con cientos de unidades del V2, y logró llevar hasta el país al desarrollador original, Wernher von Braun, que finalmente consiguió llevarse más tarde el cohete completamente conservado de nuevo a Alemania. Cuando se revelen por fin todos sus secretos, el V2 se conservará como un recordatorio del terror de la Segunda Guerra Mundial, según explicaba el conservador del museo, Andreas Hempfer.
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