Un megaproyecto siempre en la mira: las polémicas del Tren Maya de México

El Tren Maya, uno de los  grandes proyectos del mandato del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, ha sido muy criticado en estos años por varios motivos.

En primer lugar, por su sobrecoste. La infraestructura, de hecho, supuso una inversión total de 515.000 millones de pesos (unos 23.400 millones de euros). 

Eso es un 230% más respecto a lo previsto oficialmente a finales del 2020, cuando se estimó un desembolso de 156.000 millones de pesos, tal y como explica el diario mexicano El Economista.

Otra gran polémica ha sido el impacto ambiental de las obras. A medida que avanzaba la construcción de las vías del tren, colectivos y pobladores denunciaron la devastación de los ecosistemas la península de Yucatán.

Entre los sitios afectados está la selva, por la deforestación de miles de hectáreas de árboles para dejas espacio al tren, los cenotes y los manglares.

Los activistas también denunciaron el desplazamiento de la diversidad y llegaron a calificarlo de “ecocidio”.

Los últimos días de AMLO como presidente

Como explica El País México, varias comunidades de zonas afectadas por el tren, como Bacalar o Calakmul, han calculado que los daños ambientales influirán en al menos 100 comunidades indígenas, incluidas su flora y fauna.

“El Tren Maya es la infraestructura ferroviaria más importante de México, que está impulsando el crecimiento económico y turístico del sureste”, se lee en la web oficial del gobierno. El desarrollo turístico es otro aspecto polémico.

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En la presentación de su último informe, cuando aún era presidente de México, AMLO declaró que, más allá de las obras del tren, también se estaba acabando la construcción de seis hoteles en la región, que contarán con 1.136 habitaciones. 

Imagen: Engin Yapici / Unsplush

Las comunidades locales, de hecho, apuntan que estos megaproyectos siguen la estela del desarrollo Cancún y Playa del Carmen que pasaron de ser pueblos de pescadores a grandes centros turísticos que han conllevado el secuestro de tierras, ​​la desaparición de prácticas comunitarias y tradiciones mayas. 

Foto: Donato Gamboa / Unsplush

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