¿Un motín contra Putin?
Vladímir Putin habría perdido la confianza y el apoyo de sus subordinados más cercanos en Rusia, según aseguró un ex alto funcionario ruso y antiguo espía de la KGB.
“Putin no puede gobernar el Kremlin como antes”, aseguró Gennady Gudkov (en la imagen) a The Times en una entrevista que describe una situación realmente complicada para el presidente ruso.
“(Putin) ha cometido muchos errores estúpidos y todo el mundo, desde gente de las fuerzas armadas hasta los dirigentes del FSB (antiguo KGB) y otros colaboradores cercanos, lo saben perfectamente" afirma Gennady Gudkov.
Gennady Gudkov fue en el pasado uno de los políticos más destacados de Rusia y se convirtió en uno de los los críticos más “vociferantes y carismáticos” contra Vladímir Putin, según le califica The Moscow Times.
En 2012, las críticas de Gudkov a Putin hicieron que lo expulsaran del parlamento ruso y se vio obligado a huir del país. Aterrizó en Bulgaria, desde donde continúa criticando a Putin y sus políticas.
Gudkov aseguró a The Times que los funcionarios dentro de Rusia se estaban volviendo “más audaces y descarados” a medida que las luchas internas se intensifican y se hacen públicas.
“Ya no existe la subordinación a Putin que había hace un año”, agregó Gudkov Y añadió: “Esta es una rebelión silenciosa contra él”.
The Times señaló que Gudkov citó conversaciones con familiares, miembros del Kremlin y figuras políticas en Moscú, así como con varios magnates rusos. Pero Gudkov no es la única persona que sugiere la existencia de un creciente clima de motín en torno a Putin.
Tatiana Stanovaya es la fundadora de R.Politik: The Reality of Russian Politics y miembro principal de Carnegie Endowment for International Peace. Ella también habló con The Times sobre la atmósfera convulsa en la que viven las élites de Rusia.
Foto de Twitter @Stanovaya
Tatiana Stanovaya dijo a The Times que no cree que ningún funcionario ruso sea lo suficientemente valiente como para criticar a Putin en público, pero sí señaló que el presidente ruso habría perdido el verdadero respeto de sus subordinados. “Muchos de ellos solían respetarlo”, dijo Stanovaya. "Ya no", añadió.
En diciembre de 2022, Tatiana Stanovaya escribió un interesante artículo que analiza cómo la élite de Rusia se ha dividido en dos facciones enfrentadas a medida que el país enfrentaba la creciente perspectiva de una derrota en Ucrania (o, como mínimo, de una imposible victoria a corto plazo).
“Los miembros de la élite se están dividiendo entre realistas que piden una pausa táctica en la lucha para repensar los objetivos de Rusia y aquellos que abogan por una escalada despiadada a cualquier precio”, escribió Stanovaya. En la imagen, el muy radical líder checheno (prorruso) Kadírov, aliado de Putin y al que podemos situar en la facción radical y despiadada.
“Nunca antes las decisiones estratégicas de Putin (generalmente vistas como el precio de la estabilidad) empujaron a las élites rusas a una división así”, agregó la analista.
La derrota en Járkov, seguida de otra derrota en Jersón, empujó a las élites rusas a cuestionar la toma de decisiones de Putin según Tatiana Stanovaya. Por primera vez, Putin aparece ante su gente más cercana como una figura débil mientras Rusia se enfrenta lo que Tatiana Stanovaya denomina una posible “caída libre al abismo”.
Según Tatiana Stanovaya, “Putin parece una figura débil para ambos bandos de la élite. El propio hecho del surgimiento de dos campos enfrentados entre sus hasta ahora leales es una reacción a su debilidad como líder”.
“Rusia se dirige hacia una batalla final entre los radicales, para quienes la escalada es una forma de vida, y los realistas, que entienden que seguir subiendo la apuesta podría llevar al colapso de su país”, concluyó Tatiana Stanovaya.
Si Stanovaya tiene razón, Putin puede estar en serios problemas. Independientemente de qué facción de las élites gane en Rusia, el resultado probablemente no será bueno para la persona que se encuentra en la cima de la cadena alimenticia política de Rusia.
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