Zelenski en problemas por la investigación sobre el sabotaje a Nord Stream
En las últimas semanas, Ucrania celebraba la avanzada hacia Kursk, donde sus tropas destruyeron puentes claves para la logística de Rusia e infraestructuras esenciales. Este logro, sin embargo, es agridulce. En los últimos días, de hecho, se ha abierto un nuevo frente para Zelenski.
Una investigación de la justicia alemana y de algunos medios de comunicación del país revelan que la responsabilidad del sabotaje del gasoducto Nord Stream podría ser de Ucrania. La empresa rusa Gazprom es propietaria por un 51% de la instalación, junto con varias empresas de Europa.
Según las últimas revelaciones recopiladas por los medios internacionales, un equipo de buzos, bajo las órdenes de Valerij Zalužnyj, excomandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, habrían saboteado la infraestructura en septiembre de 2022. En aquel entonces, unas explosiones submarinas destruyeron el gasoducto provocando una gran fuga de gas.
La publicación de esta investigación está causando cierta tensión entre Ucrania y Alemania, ya que ese gasoducto representaba una infraestructura esencial para el país centroeuropeo: en esta instalación, de hecho, fluía el gas ruso que alimentaba su industria.
La autoría ucraniana, que antes parecía tan solo una teoría lejana, está tomando forma. Recientemente, la fiscalía alemana emitió una orden de arresto para el principal sospechoso del sabotaje Volodímir Z., un instructor de buceo ucraniano residente en Polonia. Pero el listado de sospechosos también incluye a una pareja ucraniana, dueña de una escuela de buceos, por haber presuntamente colocado el explosivo, según cuentan los medios alemanes.
Imagen: Vlad Tchompalov / Unsplush
Según la investigación, estos buzos alquilaron en esas fechas un barco desde Alemania, navegaron hacia el mar Báltico y allí colocaron los explosivos que finalmente utilizaron para hacer estallar el Nord Stream, según la BBC.
Imagen: Aleksey Malinovski / Unsplush
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Las autoridades ucranianas rechazan esta investigación y claman su inocencia La irritación de Zelenski, que desmintió hace meses las responsabilidades de su país en el asunto, crece día tras día mientras su círculo más cercano advierte de que estas acusaciones tienen como única consecuencia favorecer a Rusia.
Las primeras voces sobre la posible autoría de Ucrania empezaron en 2023 con dos artículos, uno del diario estadounidense The New York Times, que apuntaba a un grupo proucraniano como responsable. El segundo fue publicado por The Washington Post, y culpaba a un coronel retirado, que habría actuado siempre bajo el mando de Zalužnyj. Finalmente, a finales de 2023, The Wall Street Journal reportó que el atentado se organizó presuntamente por un grupo de militares y empresarios ucranianos.
Pero, en realidad, hasta ahora todo habían sido especulaciones. Primero se identificó Rusia como el responsable del atentado; luego este país acusó a Reino Unido. Sucesivamente, también hubo rumores sobre una presunta autoría estadounidense. A día de hoy, no se conocen los autores del atentado.
Por su parte, Valerij Zalužnyj, que ahora es embajador de Ucrania en el Reino Unido, ha rechazado todas las especulaciones. Aunque la justicia alemana sigue investigándolo.
Mientras, el principal sospechoso se ha esfumado y probablemente ya ha dejado Polonia. Según los medios de comunicación alemanes, las autoridades polacas boicotearon la orden de arresto del ciudadano ucranio investigado.
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Si bien es complicado que las investigaciones revelen el autor del atentado, tampoco se puede descartar que ocurra. Mientras tanto, las dudas ponen en entredicho la relación entre los dos países y provocan incertidumbre también con el resto de los estados europeos. El miedo para Kiev es perder apoyos valiosos para el conflicto.
De hecho, si se llegara a confirmar la responsabilidad de Ucrania en el atentado, ello serviría para justificar una rebaja en el apoyo a Ucrania. Alemania, en este sentido, además de ser el principal afectado por el corte del suministro del gas, es un interlocutor y un aliado importante para Kiev, el que más aporta para que el país pueda defenderse.
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Además, esta incertidumbre sobre el asunto también podría afectar a las elecciones locales en Alemania que se celebran este septiembre y que podrían favorecer a la formación ultraderechista AfD, que quiere que se retome la distribución de gas ruso al país, y al partido populista de izquierdas BSW. Ambos grupos piden que se eliminen las sanciones a Rusia y se muestran contrarios a las entregas de ayudas militares a Ucrania.
Rusia, por su parte, ha criticado a Alemania por lo que considera una falta de interés por parte del estado y de otros países en encontrar el real autor de este atentado, tal y como informa el periódico The Guardian.
Pese a ser una infraestructura esencial para el país, el gasoducto Nord Stream también era símbolo de la extrema dependencia energética de Europa a Rusia. Los países del este habían alertado sobre el peligro de esta estrategia. Sin embargo, los gobiernos alemanes hasta Angela Merkel apostaron por ello, viéndolo como un impulso a la economía y a la paz de la zona.
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