El calentamiento global duplica las opciones de que haya más huracanes como Milton
En apenas unas semanas, Milton y Helena han causado estragos y muchos muertos en la zona del Golfo de México y el sureste de Estados Unidos. Dos gigantescos y destructivos huracanes, de categoría 5 y 4, respectivamente, que no son otra cosa que el reflejo de los efectos del cambio climático en nuestro planeta.
Se trata de una advertencia de la comunidad científica desde hace mucho tiempo que es cada vez más evidente en los fenómenos meteorológicos extremos que se vienen produciendo desde hace tiempo en muchas partes del mundo y que, en esta zona en particular, ha alcanzado una dimensión aún mayor.
Ya con motivo de la llegada a Estados Unidos de Helena, la organización científica World Weather Attribution (WWA) presentó un estudio en el que se advertía de que el cambio climático estaba convirtiendo a los huracanes en fenómenos mucho más destructivos y más frecuentes.
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En ese sentido, explican en la investigación realizada, ahora existe un 2,5 más de probabilidades de que se produzcan huracanes de tal intensidad en esa región de la Tierra, acompañados de vientos mucho más fuertes y de precipitaciones más intensas y duraderas.
En el caso de Helene, explicaba Ben Clarke, investigador del Gratham Institute del Imperial Collegue London (Reino Unido) que participó en el estudio, “en ambas regiones, las precipitaciones fueron aproximadamente un 10% más intensas debido al cambio climático”, cifra que eleva a entre un 15 y un 25% si la temperatura de la Tierra sigue aumentando.
En este sentido, existe una variable que es clave para explicar la vehemencia de estos huracanes: la temperatura superficial del agua del mar en el Golfo de México, que se situaban en 2 grados por encima de la media en el momento del paso de Helen y Milton, algo que es entre 200 y 500 veces más probable debido al cambio climático.
Esta situación ha disparado además el número de tormentas como las que dejó este ciclón un 150%, que se dan ahora una vez cada 53 años de media, según apunta el estudio de World Weather Attribution, mientras que en un mundo no recalentado se producirían una vez cada 130 años.
"El cambio climático cambia totalmente las reglas del juego para huracanes como Helene", advertía Clarke, haciendo una llamada a la responsabilidad política y social ante este grave problema sobre el que también ha querido llamar la atención Friederike Otto, líder del WWA y profesora titular de Ciencias del Clima en el Imperial College de Londres.
"Sobre todo, necesitamos voluntad política. Necesitamos líderes que sean honestos sobre el hecho de que abordar el cambio climático es inevitable si queremos que los derechos humanos sirvan para algo, y garantizar que las generaciones futuras no tengan que vivir en un mundo de caos climático", apuntaba Otto.
La situación actual en todo el mundo es alarmante. Y es que, por primera vez, en 2023, el calentamiento global ya superó los 1,5°C durante todo un año, según una información del servicio climático de la Unión Europea (UE) de la que se hizo eco la BBC.
Y la solución pasa por seguir trabajando en reducir los efectos del cambio climático, como advertía otro estudio publicado por la revista 'Nature' que afirma que el "único escenario seguro" es lograr una reducción rápida de las emisiones y "cuanto antes lo hagamos menores serán los daños acumulados en el planeta".
La naturaleza viene tiempo avisando (cada vez con más intensidad) sobre lo que nos espera en el futuro si se siguen ignorando las consecuencias del cambio climático, mientras la comunidad científica continúa advirtiendo con datos empíricos donde está el problema y dónde la solución.