Alemania habla con Putin en busca de una negociación
Lo había anunciado previamente y cumplió su palabra. El canciller alemán Adolf Scholz telefoneó a Vládimir Putin y ambos conversaron. Se trata de un gesto que rompe, en cierto modo, con la política oficial de la Unión Europea.
Cuentan en The New York Times que la conversación telefónica duró una hora. Hacía dos años que no se mantenía una comunicación directa entre mandatarios entre Rusia y Alemania.
Scholz habría pedido a Putin la negociación de una "paz justa y duradera", pero el líder ruso habría contestado que toda negociación tendrá que partir de "nuevas realidades territoriales". Es decir, que Putin sólo negociará la paz a cambio de quedare con el territorio que Rusia conquistó hasta ahora.
El líder ucraniano, Volodímir Zelenski, se mostró molesto por la conversación entre Scholz y Putin y dijo que "se había abierto la caja de Pandora".
Pero todo tiene una explicación en ese contacto entre Putin y Scholz. Tras la victoria electoral de Donald Trump, hay analistas perciben señales de un posible fin del conflicto en Ucrania, que dura ya casi tres años. Existe un cansancio social en los países que apoyan a Zelenski. Y tanto Alemania como Estados Unidos, principales aliados de Ucrania hasta ahora, se enfrentan a sus propios problemas económicos y sociales de envergadura.
El canciller Olaf Scholz necesita obtener algún éxito político antes de las próximas elecciones del 23 de febrero. Fue en un programa de entrevistas en la televisión alemana, con Caren Miosga, donde Scholz expresó su intención de mantener conversaciones con los líderes Putin y Trump. ¿Es el inicio de un movimiento de mediación para acabar con la guerra?
Como resultado de la guerra, las empresas alemanas no solo tuvieron que renunciar al gas barato de Rusia, sino que también tuvieron que cerrar sucursales allí. Todo esto también contribuyó a la crisis de la economía alemana. El controvertido excanciller alemán del SPD, Gerhard Schröder (en la imagen junto a Putin), lleva tiempo pidiendo que se mantengan conversaciones con Moscú.
Como director de Nordstream 1 y 2, Schröder tiene conexiones con Moscú. El periódico Frankfurter Rundschau revela que Putin podría estar dispuesto a hablar con Scholz. La guerra también está suponiendo una carga económica para Rusia que se suma a las pérdidas militares que sufre.
La tesis del recién elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es que la paz con Rusia sólo se conseguirá si Ucrania acepta perder parte de su territorio. Hay serias dudas de que presidente Zelenski vaya a estar de acuerdo con esto, ya que hace unos meses dijo que sería el pueblo quien tendría que decidir si poner fin a la guerra o no.
Dos de los partidos como mayor éxito electoral en las últimas convocatorias a las urnas en Alemania, AfD (extrema derecha) y BSW (extrema izquierda) alemanes, deben parte de su auge a su posición más amistosa con respecto Rusia. Muchos votantes asocian esto con la paz. El SPD, la CDU y los Verdes consideran que esto es un error y advierten del peligro de Putin y de posibles nuevos ataques de Rusia.
Péter Szijjártó, ministro de Asuntos Exteriores húngaro desde 2014 (en la imagen), afirmó en una entrevista con la revista alemana Cicero a principios de octubre: "Estoy convencido de que la paz se puede lograr con bastante rapidez si Donald Trump gana las elecciones". Y esta última condicional, por lo pronto, ya es una realidad.
En su declaración gubernamental del 13 de noviembre, el canciller Olaf Scholz reafirmó su apoyo a Ucrania. Pero también dejó claro que Alemania no podría proporcionar los 12.000 millones de euros adicionales de ayuda si eso supone perjudicar a la sociedad alemana.
El análisis del gobierno aleman es que los 12.000 millones de euros prometidos a Ucrania quizá haya que utilizarlos mejor para mejorar las capacidades del ejército de Alemania. Sobre todo tras la victoria de Trump, que quiere rebajar el compromiso estadounidense con la OTAN y aseguró en más de una ocasión que no cree que Estados Unidos tenga que defender a Europa.
Si la guerra terminara, los suministros de misiles alemanes Taurus que Zelenski espera no se enviarían a Ucrania. Sin embargo, el posible nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, candidato de la conservadora CDU, estaría abierto a tales entregas, lo que ya ha sido criticado por parte de Rusia.
Ningún país ha sufrido más las consecuencias de la guerra entre Ucrania y Rusia que Finlandia, país fronterizo en una zona sensible. La economía del país se resintió y la paz seguramente constituiría un buen negocio.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, debe ser tomado en serio cuando habla del fin de la guerra de Rusia contra Ucrania, según afirma el presidente de Finlandia, Alexander Stubb. Espera que las negociaciones se lleven a cabo pronto.
Durante meses, Zelenski ha estado instando a los políticos occidentales a apoyar su llamado "plan de victoria". Pero nadie quiere suministrar misiles de largo alcance para ello y actualmente está en pausa la cuestión de la admisión de Ucrania en la OTAN y la UE.
Para todos los observadores del conflicto está claro que ni Rusia ni Ucrania saldrán de esta guerra sin una "victoria": Putin considera hostil a la OTAN y también a la UE, y Zelenski teme el hambre de poder de Rusia.
Dada la cambiante situación política en EE. UU. y los cambios inminentes en Alemania, junto con la debilidad política de Francia y el ascenso de partidos como el ultraderechista AfD, que se benefician políticamente de la guerra, muchos observadores creen que pronto probablemente se produzcan condiciones para iniciar negociaciones sobre un posible final del conflicto.
Si llegara el fin de la guerra a Ucrania, la cuestión girará entonces sobre los miles de millones que habrá que invertir en su reconstrucción. La única ventaja derivada es que se producirá una modernización del país. De lo contrario, la política allí se enfrentaría a enormes desafíos, incluso en tiempos de paz.
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