Giro de guion en el espeluznante caso del monstruo de Amstetten

El caso de Josef Fritzl, conocido como 'El Monstruo de Amstetten' en Austria, alcanzó renombre internacional tras salir a la luz. Fritzl mantuvo a su hija Elizabeth confinada en un sótano durante 24 años, período en el cual la sometió a constantes abusos y con quien procreó siete hijos.

Elizabeth había sido dada por desaparecida en 1984, cuando tenía 18 años, pero siempre estuvo encerrada en el sótano de su propia vivienda. Por estos hechos, Josef Fritzl fue condenado a cadena perpetua en 2009 y trasladado a una prisión de máxima seguridad pero, apenas 16 años después, 'El Monstruo de Amstetten' podría salir en libertad.

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Tal y como recoge 'Mirror', la abogada del condenado, Astrid Wagner, ha confirmado que presentará una solicitud de libertad condicional para su cliente, alegando que Josef Fritzl ya no supone un peligro para la sociedad, debido a su edad y su estado de salud.

El todavía preso tiene 89 años en la actualidad y ya en 2024 fue trasladado de la zona de máxima seguridad a una prisión canónica. No obstante, la abogada piensa que las mejoras de su cliente pueden ir un paso más allá, contemplando la salida de prisión.

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Es más, Astrid Wagner avisa que si no es en 2025, sería en 2026. "Si el tribunal lo rechaza, apelaremos y, dada su condición, creo que será liberado el año que viene", ha comentado al citado medio.

La letrada también ha comentado que su cliente "se arrepiente a diario de sus decisiones", pero cree que aún tiene amigos y gente esperándole fuera de prisión.

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Por poner en contexto, las decisiones de las que dice arrepentirse implican haber mantenido a su propia hija encerrada en un zulo, construido por él mismo, desde 1984 a 2008.

Durante ese tiempo, no solo la mantuvo cautiva, sino que abusó de ella de forma reiterada, dejándola embarazada en siete ocasiones. Tres de los bebés permanecieron con su madre en cautiverio pero, ¿y los otros cuatro?

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Uno de ellos, según recuerda 'Mirror', falleció a manos de su padre a los pocos días de nacer y fue directo al incinerador. Los tres restantes fueron criados por Josef Fritzl y Rosemarie, su esposa.

El condenado hizo creer a su esposa que Elizabeth le había dejado a sus hijos en la puerta de la casa, con una nota en la que les pedía que los criaran, lo que llevó a creer a Rosemarie que su hija se había ido de forma voluntaria.

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Finalmente, el caso se destapó cuando Josef Fritzl llevó a Kerstin, su hija/nieta de 19 años al hospital, alegando ser su abuelo, pero la joven no tenía registro alguno y solicitaron ver a la madre. Cuando Elizabeth fue el hospital, confesó lo ocurrido durante los últimos 24 años.

Jose Fritzl fue detenido de inmediato y confirmó haber mantenido encerrada, sedada y atada a su hija todos esos años. El 18 de marzo de 2009 fue condenado por homicidio, esclavitud, abuso, secuestro e incesto. 16 años después, podría salir de prisión.

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