Increíble descubrimiento científico: este mono llama por su nombre a sus compañeros
Un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad de Jerusalén y publicado a finales de agosto por la revista Science sugiere que los sociables monos titís llaman a los miembros de su familia y su tribu por sus nombres.
Conocidos por asociarse en grupos de 8 a 10 animales en las junglas del noreste de Brasil y alrededor del río Amazonas, este primate en miniatura utiliza un sonido agudo para llamar la atención de otro individuo tití en concreto. Y el sonido es totalmente diferente según se dirija a uno u otro camarada de árbol.
La única especie no humana que era capaz de llamar a otros individuos adjudicándoles un nombre (un sonido específico) eran los delfines, y según el estudio, también los elefantes. Estos enormes mamíferos utilizan diferentes tipos de bramidos para cada uno de los miembros de su manada, al igual que los delfines utilizan un tipo diferente de silbido para cada uno de los miembros de su grupo.
Ahora la universidad hebrea de Jerusalén, que ha analizado 50.000 de estos llamamientos de los titís utilizando una máquina de aprendizaje (un tipo de inteligencia artificial), afirma haber descubierto que los titís también responden de forma consistente y correcta a estos llamamientos que han sido emitidos específicamente hacia ellos.
"Poner nombre a los individuos requiere unas habilidades cognitivas sofisticadas", según contaba el autor líder del estudio, David Omer, neurocientífico de la Universidad de Jerusalén, a The Washington Post.
Para poseer esa habilidad, Omer explicaba que los "animales deben tener un mapa de su entorno social, distinguiendo entre diferentes individuos y creando una representación del otro animal en su mente".
El estudio ha descubierto que cada mono tiene un nombre, pero, según contaba a The Washington Post Guy Oren, un estudiante de grado que pasó dos años analizando estos sonidos en forma de llamamientos, no se pudo especificar qué parte exacta del sonido que los primates emiten corresponde al nombre.
El estudio también descubrió que todos los miembros de la familia de un tití usaban el mismo nombre para pariente próximo, de la misma manera que ocurre en el mundo de los humanos con los apellidos.
La comunicación se simplifica dentro de la tribu tití, ya que solo el cabeza de familia macho y hembra tendrán bebés, mientras que el resto de los miembros del grupo ayudarán con los cuidados de las crías, recolectando comida y durmiendo cerca de los pequeños para ofrecerles protección.
Aun así, se ha descubierto que la comunicación entre estos primates es más sofisticada de lo que se pensaba, y según afirman los autores del estudio en Science: "Estos descubrimientos arrojan luz a las complejidades de las vocalizaciones sociales entre los primates no humanos".
"Las vocalizaciones de los titís pueden proporcionar un modelo que nos permita entender aspectos del lenguaje humano, al ofrecernos nuevos detalles sobre la evolución de la comunicación social", añadía el estudio.
Desde una perspectiva más general, el estudio también plantea el debate sobre si las maneras de comunicación sofisticadas son algo más común de lo que se creía en otras especies.
"La ausencia de pruebas no es una prueba de su ausencia. No sabemos si este fenómeno está ausente en la mayoría de las especies o si los investigadores simplemente no lo han estado investigando hasta ahora", contaba Judith Burkart, una antropóloga de la evolución de la Universidad de Zurich, a The Washington Post.
Burkart también subrayó el hecho de que los llamamientos de los monos contienen más información y no solo el nombre, es decir, los titís no emiten un sonido que solo equivale, por ejemplo, a "Roberto" o "Susana".
The Washington Post cita otro estudio llevado a cabo por Con Slobodchikoff, un profesor de biología emérito de la Universidad del Norte de Arizona, sobre las vocalizaciones de otro pequeño animal: los perros de la pradera.
Publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina, los investigadores de este otro estudio sugieren que los perros de la pradera son capaces de añadir detalles sobre las características individuales de los depredadores cuando lanzan un aviso de alarma con una mayor complejidad de información de la que se creía.
Es decir, que un perrito de la pradera puede avisar no sólo "¡cuidado, que viene un coyote!" sino especificar "¡cuidado, que viene el coyote de hocico grande que ayer nos atacó!". Por ejemplo.
La ciencia parece demostrar con cada estudio que los animales no humanos también conversan y quizás sus conversaciones sean más interesantes que las nuestras.
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Imagen: mana5280 / Unsplash