Si Estados Unidos invade Groenlandia: un escenario bélico insólito
Donald Trump cree que Groenlandia tendría ser controlada por Estados Unidos. Lo ha repetido varias veces. No parece que, de momento, esté en la cabeza del presidente estadounidense iniciar una invasión de ese gélido territorio. Pero ¿y si ocurriese? ¿A qué escenario bélico y geoestratégico nos enfrentaríamos?
Groenlandia es un territorio con amplias competencias para el autogobierno (y aspiraciones a la independencia) pero bajo el control administrativo de Dinamarca, país perteneciente a la Unión Europea y, lo que es más importante, a la OTAN. Así que, ante una invasión, las autoridades danesas podrían invocar el artículo 5 del reglamento de la OTAN, que obliga a todos sus miembros a defender al aliado que sufra un ataque exterior.
El problema es que Estados Unidos también es miembro de la OTAN, con que dentro de esa organización se plantearía una inusual situación de crisis. Algunos expertos creen que el artículo 5 no puede invocarse en un conflicto entre miembros de la OTAN.
En un artículo publicado en la web Brexit Institute y firmado por Federica Fazio, de la Facultad de Derecho y Gobierno de la Dublin City University, se recuerda que, para casos como una hipotética invasión de Groenlandia, estaría el artículo 42.7 del Tratado de la Unión Europea, que garantiza la ayuda militar de los socios de la UE en caso de ataque.
Claro que la profesora Fazio también apunta a la peculiaridad de Groenlandia como territorio autónomo aunque dependa de Dinamarca. Es decir, que no estaría claro si esa invasión sería la de un territorio de la Unión Europea al 100%. y si obligaría a los socios europeos a lanzarse a la defensa de ese enclave.
En realidad, más allá del debate reglamentario sobre normas de la OTAN o la Unión Europea, lo que se plantearía es un dilema existencial para potencias como Francia o Alemania, cuyos lazos comerciales y de afinidad con Estados Unidos son fuertes. Podría producirse una ruptura sin precedentes entre Europa y Estados Unidos.
Pero, en todo caso, ¿cómo sería una invasión de Groenlandia por parte de Estados Unidos en el terreno estrictamente militar?
Como punto estratégico para una posible invasión estaría la base militar en Thule que actualmente tiene Estados Unidos.
Thule funciona como aeródromo y allí podría establecerse una base de operaciones para desplegar tropas estadounidenses en Groenlandia.
Pero la realidad es que Groenlandia presentaría un escenario infernal de cara a una invasión militar. Condiciones climáticas extremas y una extensión de territorio difícilmente abarcable.
Explican en un artículo de The Artic Institute que Groenlandia se extiende por "una superficie de 2.166.086 km2 y una costa que es 'más larga que la distancia que rodea la Tierra por el ecuador', de más de 43.000 kilómetros".
En teoría (y, sobre todo, si Dinamarca lograse que sus aliados de la Unión Europea o la OTAN participasen a su lado en el conflicto) la invasión de Groenlandia supondría un enorme esfuerzo en recursos por parte de Estados Unidos. Pero hay quien opina que la dura realidad es que resulta fácil apropiarse de Groenlandia.
En Politico preguntaron al respecto a Ulrik Pram Gad, investigador principal del Instituto Danés de Estudios Internacionales, y contestó que si Trump invadiese Groenlandia, “sería la guerra más corta del mundo, no hay capacidad defensiva en Groenlandia".
En el artículo de Politico sobre la capacidad de defensa de Groenlandia se pone en duda que el ejército danés esté a la altura para emprender una guerra con fuerzas estadounidenses.
Pero, de nuevo, todo dependería de si grandes potencias europeas como Alemania o Francia decidieran implicarse y mandar a sus tropas a pelear contra Estados Unidos. Y aún más: hay otra gran potencia americana que tendría algo que decir en el conflicto.
Para Canadá, por proximidad geográfica, Groenlandia es un enclave estratégico. ¿Aceptaría que Estados Unidos se lo apropiase?
Hay quien sospecha que las bravatas de Trump sobre Groenlandia tendrían otro objetivo: crear un clima de opinión que influya en algunas corrientes políticas existentes en Groenlandia.
En Groenlandia tienen una enorme fuerza los partidos políticos que abogan por separarse de Dinamarca y constituir una nación independiente. Quizá esos partidos vean en Estados Unidos un aliado para sus planes.
Todos son especulaciones. Lo único cierto es que Trump repite y repite que quiere hacerse con algún tipo de control de Groenlandia.
Y el asunto de Groenlandia coloca al mundo ante una situación nunca vista: la posibilidad de que la OTAN y la Union Europea tenga que elegir dónde se coloca a la hora de una pelea con Estados Unidos.