Trump acusa al Partido Laborista del Reino Unido de manipular las elecciones estadounidenses
La campaña de Trump ha denunciado que el gobierno laborista británico está interviniendo en la contienda presidencial que se resolverá el próximo 5 de noviembre.
Al presentar una queja oficial ante la Comisión Federal Electoral de Estados Unidos, el abogado de Trump, Gary Lawkowski, escribió una carta en la que acusa al Partido Laborista del Reino Unido de “flagrante interferencia extranjera, en referencia a los voluntarios que viajan a Estados Unidos para prestar su apoyo a la campaña de Harris/Walz”.
La carta escribe incorrectamente "Gran Bretaña" como "Britian" y alude de manera implícita a su destino en la Revolución estadounidense, cuando las fuerzas británicas se vieron obligadas a rendirse en la batalla de Yorktown en 1781.
La carta expresaba con tono sombrío que tanto el Partido Laborista como la campaña presidencial de Harris parecen haber olvidado el mensaje.
La carta sostenía que, según informes de medios como The Washington Post y The Telegraph, el asesoramiento brindado a la campaña de Harris por influyentes del Partido Laborista constituía "contribuciones extranjeras ilegales".
Captura de pantalla de la foto del titular del Washington Post.
No obstante, las regulaciones de la FEC permiten a los no nacionales participar de manera voluntaria en una campaña electoral, siempre que no reciban compensación económica.
En este contexto, el primer ministro laborista, Sir Keir Starmer, ha afirmado que ninguno de los voluntarios mencionados fue enviado ni financiado por el partido.
La BBC informa que todos los voluntarios laboristas estaban en Estados Unidos para apoyar la campaña de Harris de manera personal.
"Eso es lo que han hecho en elecciones anteriores, lo que están haciendo en esta elección, es una evidencia", afirmó Starmer en una cumbre de la Commonwealth en Samoa, según informa Euronews.
Existe una tradición de que los funcionarios del Reino Unido intervengan en las elecciones estadounidenses y viceversa. En 1992, el Primer Ministro conservador John Major intentó darle una ventaja al presidente George H. W. Bush frente a su rival Bill Clinton, según informa la BBC, pero sin éxito.
La queja de Trump se acompañó de un enlace a un informe del Wall Street Journal, el cual afirmaba que los estrategas laboristas estaban brindando asesoramiento a la campaña de Harris sobre cómo atraer a los votantes indecisos desde una postura de centroizquierda.
Se considera que el Partido Laborista ha hecho un notable desplazamiento hacia el centro en los últimos años. Sin embargo, en DonaldJTrump.com se le califica como "de extrema izquierda" y se le acusa de influir en las "peligrosas" políticas de la candidata demócrata Kamala Harris.