Un llamativo estudio revela que la sangre joven podría ser la clave para lograr (casi) la vida eterna
Un nuevo estudio de un equipo de científicos de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, acaba de revelar que unir a ratones más viejos a través de la sangre a sujetos más jóvenes alarga la vida de los mayores de manera substancial.
Los científicos unieron quirúrgicamente las circulaciones sanguíneas de los ratones viejos con sujetos mucho más jóvenes para después desconectarlos y comprobar cuánto vivían los animales más mayores.
La inyección de la sangre de ratones más jóvenes permitió a los ratones más viejos vivir entre un 6% y un 9% más, lo que sería un equivalente en humanos de casi unos seis años, según recogía el periódico 'The New York Times'.
'The New York Times' también señaló que mientras el experimento no quería decir necesariamente que los humanos pudieran beneficiarse de la sangre más joven, sí dejaba ver que la sangre de ratón joven tenía unos componentes que favorecían la longevidad de los ratones más mayores.
"Creo que se trata de un cóctel muy útil", explicaba a 'The New York Times' James White, coautor del estudio y biólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke, al reflexionar sobre si la sangre joven podría revitalizar o no a los mayores.
Investigaciones anteriores en las que se unían los vasos sanguíneos de ratones más viejos con los de ratones más jóvenes para que su sangre fluyera entre los dos cuerpos (un proceso llamado parabiosis) demostraron que la sangre joven tenía efectos de rejuvenecimiento, según la revista 'New Scientist'.
Se ha demostrado que la parabiosis revitaliza el cerebro, el hígado y los músculos de los ratones mayores, pero nunca se había demostrado que la técnica sirviera también para alargar la vida de los ratones más viejos... hasta ahora.
Es por esto que Jack White y el coautor del estudio, Vadim Gladyshev, decidieron unir a los ratones mayores de una edad media de 20 meses a ratones más jóvenes con una media de edad de 3 meses con el objetivo de examinar los efectos en la longevidad.
Jack White y su compañero se hicieron la siguiente pregunta: "¿Desaparecen los efectos antiedad en los ratones cuando los separas?". Y los investigadores consiguieron su respuesta al comprobar que los ratones mayores experimentaban un aumento de sus años de vida.
La investigación fue publicada por la revista 'Nature Aging', y White y Gladyshev concluyeron en su estudio que unir la sangre de los ratones jóvenes a la de los mayores ralentizaba el envejecimiento a niveles celulares, lo que hacía aumentar su esperanza de vida.
Un comunicado de prensa del departamento de salud de Duke señaló que el descubrimiento era importante, ya que sugiere que los mayores se pueden beneficiar de "los componentes y químicos" de la sangre más joven y que podría usarse como terapia para acelerar la curación y rejuvenecimiento de los cuerpos de los individuos más mayores.
"Esta es la primera prueba de que el proceso, llamado parabiosis heterocrónica, puede ralentizar el envejecimiento, lo que se une a un aumento de la esperanza de vida y de la salud", explicaba White en el comunicado de prensa.
"Nuestro pensamiento fue, si vemos estos efectos antiedad con tres semanas de parabiosis, qué pasaría si lo alargamos a 12 semanas", continuaba White. "Eso es un 10% de la esperanza de vida de 3 años de un ratón".
Los exámenes de seguimiento que se hicieron a los ratones más mayores demostraron que los beneficios que recibían en sus funciones corporales persistían hasta dos meses, incluso después de haber sido desconectados de los ratones jóvenes.
Por desgracia, las razones y mecanismos por los que la sangre de los ratones es beneficiosa para los ratones más mayores se desconocen aún, pero White planea continuar con su estudio sobre el tema.
"¿Se trata de las proteínas o de los metabolismos? ¿Está aportando el ratón joven células nuevas, o simplemente la sangre del ratón joven protege a la sangre vieja, propensa a envejecer? Son estas las cuestiones que esperamos conocer en el futuro", concluía White.