Elena Ósipova: la artista rusa que a sus 76 años lucha contra Putin

Perdió ya la cuenta de las veces que fue detenida y pasó por comisaría debido a su participación en protestas. Elena Ósipova, pintora de San Petersburgo, a sus 76 años, es un icono de la lucha contra el belicismo de Putin. Pero ¿cuál es su historia?

Elena Ósipova vive en un pequeño apartamento comunal de la época soviética (con baño y cocina compartidos). Su madre murió de hambre durante la Segunda Guerra Mundial.

Con que Elena Ósipova es hija de una terrible contienda y quizá por ello siempre se opuso a las guerras. Porque su actividad pacifista no es nueva. Comenzó a pronunciarse mediante cuadros y manifestaciones ya en la época de la guerra de Chechenia.

Pocos días después del primer ataque ruso a Ucrania, Elena Ósipova escribió en un cartel "Putin es la guerra. No queremos morir por Putin" y salió a las calles de San Petersburgo. La gente comenzó a aplaudirla y vitorearla. Dos policías la tomaron de los brazos y la detuvieron.

Imagen: De Alexei Kouprianov - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=76486992

Otro de los lemas que Elena Ósipova escribe en sus carteles antibelicistas se dirige a los soldados rusos y dice: "'Bajen sus armas y serán héroes'".

Elena Ósipova resumió al periodista de BBC Steve Rosenberg su opinión: "Lo que está pasando es una vergüenza. Están matando a tanta gente. Las autoridades están tratando de despertar sentimientos patrióticos en el público. Pero todo es un engaño. Y muchos son engañados por la propaganda que ha durado años y que ha cambiado a la gente. Es terrible."

Entrevistada por el periodista español Javier G. Cuesta para El País, Elena Ósipova alerta sobre la represión que invisibilizar la protesta  en Rusia: "Existe el riesgo de que ocurra lo que sucedió en la URSS, donde enviaban a hospitales psiquiátricos a la gente crítica".

Elena Ósipova se refiere a los disidentes de la época soviética que, como el icónico científico Andréi Sájarov, eran enviados a psiquiátricos cuando criticaban el sistema.

Elena Ósipova subsiste con una pensión de 6.000 rublos (unos 70 euros). Según explicó al periodista de El País, antes cobraba más pero, sin explicación alguna, se redujo la cantidad que percibe mensualmente.

Esa rebaja inexplicable en la pensión, sostiene Elena Ósipova, es un ejemplo de cómo funciona la Rusia de Putin. Los mecanismos del Estado son empleados en toda su amplísima extensión para castigar a los opositores.

Lo cierto es que Elena Ósipova con sus cuadros es casi una última resistente. Las manifestaciones contra la guerra que, en los primeros días de la contienda, pudieron verse en Rusia han desaparecido casi por completo.

La policía rusa ha visitado la casa de Elena Ósipova en más de una ocasión, y le han requisado cuadros con mensajes críticos. Ella, una optimista irreductible, cree que se los devolverán tarde o temprano.

El estilo de Elena Ósipova es ingenuo, de una poesía sencilla, entre Chagall y la plasticidad de los iconos ortodoxos. En una de sus obras, según se citaba en 2015 en The Russian Reader, afirmaba: "Rusia es un pájaro, no un oso".

Elena Ósipova está dispuesta a seguir batallando contra Putin en las calles o mediante su obra.

En las entrevistas que concede, Elena Ósipova se muestra como una idealista más cercana al universo soviético que al actual capitalismo. Denuncia que el dinero ha podrido a la sociedad rusa.

Las pinturas de Elena Ósipova son el grito silencioso de una oposición a la guerra que, aunque haya sido encapsulada, existe dentro de la sociedad rusa.

ADEMÁS: En la mente de Putin: revelaciones de un militar huido de Rusia