La economía de Rusia se tambalea y pone a Putin contra las cuerdas

Ante el reciente desplome del rublo y el aumento de la inflación en Rusia, el Banco de Rusia se encuentra ante una decisión crucial que podría tener un impacto significativo en la administración del gobierno de Putin.

El 27 de noviembre el rublo experimentó su valor más bajo en relación con el dólar estadounidense y el yuan chino, según informaba Business Insider, desde marzo de 2022, es decir, poco después de que Vladímir Putin lanzara su invasión en Ucrania en febrero de 2022.

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Según informaba el medio Business Insider, el valor del rublo desde agosto de 2024 hasta finales de noviembre se ha devaluado un 36%. El 29 de noviembre un dólar americano tenía un valor de 108 rublos.

Para contrarrestar las consecuencias resultantes de esta depreciación, el Banco Central del país ha tomado medidas severas, que a la larga podrían ahogar en su conjunto a la economía rusa.

El Banco Central de Rusia se ha visto presionado a seguir subiendo los tipos de interés del país, que ya se sitúan en el 21%, para intentar subsanar una inflación que el mes de octubre se encontraba en el 8,5%, según destacaba un artículo sobre la cuestión de AP News.

La intención del banco ruso es rebajar los niveles de inflación del país hasta el 4%, que es la cifra marcada como objetivo para el año 2025.

El enorme gasto que Rusia está destinando a financiar su guerra en Ucrania, que casi ya dura 3 años, más las sanciones impuestas por Estados Unidos y occidente a consecuencia del conflicto, están afectando a los ingresos del país y debilitando su economía.

Según expertos consultados por AP News, el descabellado aumento de la tasa de interés al 21% del Banco Central ruso es un intento de pausar el gasto y los préstamos del país, algo que han criticado las empresas nacionales y que, según contaban los expertos, "acabará ralentizando la economía rusa".

El periódico ruso Kommersant advertía a los ciudadanos rusos de la situación económica del país y de las consecuencias de la inflación y escribía en sus páginas: "Aférrense a sus rublos", según citaba Business Insider.

Tal y como describía el medio especializado en economía, un rublo débil favorece a las empresas nacionales que exportan al extranjero, ya que aumenta su competitividad en los mercados, pero obliga a los vendedores a aumentar los precios de sus productos, a causa de la inflación y del aumento de los costes de importación, perjudicando a los consumidores.

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A pesar de la apretada situación económica del país, Putin parece no dar importancia al desplome del rublo y, aparentemente, no cree que la economía rusa esté en serios problemas…

Tal y como contaba el líder ruso a los periodistas: "La situación está bajo control" y "No hay motivos para entrar en pánico", según recogía la agencia de noticias rusa RIA Novosti, citada por Business Insider.

Putin también quiso dar una explicación al reciente desplome del rublo: "Está relacionado no solo con los procesos de la inflación, sino también con los pagos de los presupuestos, el precio del petróleo, hay muchos factores de naturaleza circunstancial".

Uno de los aspectos señalados por Putin es verdaderamente la clave de esta última caída del rublo: el precio del petróleo, que se ha visto afectado por una de las últimas sanciones impuestas por Estados Unidos.

Business Insider se hacía eco de las claves expuestas en X por Robin Brookes, miembro senior en economía global y desarrollo del Instituto Brookings, sobre las últimas sanciones a Rusia: "El colapso del rublo ruso es un recordatorio de cómo han fracasado las sanciones europeas en Rusia. [La caída] se produce a consecuencia de las recientes sanciones de Estados Unidos a Gazprombank, algo a lo que la Unión Europea se ha opuesto durante mucho tiempo".

La actitud tranquilizadora de Putin no parece que vaya a ser suficiente para los ciudadanos. Según Janis Kluge, experto en economía rusa del Instituto de Seguridad y Asuntos Exteriores de Berlín, el rublo y la inflación siguen siendo dos preocupaciones clave para el Kremlin.

"La tasa de inflación y de exportación, son muy visibles y se nota en los bolsillos. No hay propaganda en el mundo que pueda convencerte de que los precios no están subiendo cuando están subiendo", explicaba Kluge, según citaba AP News.

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