Veredicto para el caso Pelicot
Gisèle Pelicot sonríe este jueves 19 de diciembre a su llegada a los juzgados de Aviñón. Es la sonrisa de una mujer poderosa en el día en que se hizo público la sentencia por las decenas de abusos que sufrió durante años instigadas por su propio marido.
El 'caso Pelicot', que ha movilizado al feminismo en Francia, tuvo este jueves su capítulo final. Según informaba Le Figaro a primera hora de la mañana, Dominique Pelicot, marido de Gisèle, fue condenado por el tribunal de Aviñón que le juzgó a 20 años de cárcel, la máxima pena que el código penal francés admite.
Para los 50 hombres que abusaron de Gisele Pelicot por invitación de su esposo Dominique cuando ella estaba sedada también ha habido condena. Aunque, en algunos casos, inferior a esos 20 años a los que se ha sentenciado al instigador de los hechos.
No ha habido sorpresas. Dominique Pelicot admitió su culpa durante el juicio. Y señaló a los 50 hombres a los que invitó a abusar de su esposa sedada como conscientes perpetradores de agresión.
Gisèle Pelicot se ha convertido en un símbolo global. Quiso acudir al juicio a cara descubierta y desde el principio dejó claro cuál era su intención: "Que la vergüenza cambie de bando".
Uno de los aspectos más terroríficos de este caso es la participación consciente en agresiones a una mujer sedada de decenas de hombres que eran considerados "personas normales", ciudadanos cualquiera de la tranquila Francia de provincias.
Dominique Pelicot contactaba con esos agresores a través de internet y grababa en vídeo los abusos. Él mismo es un monstruo con una doble vida ya que su familia jamás sospechó que cometiera tales brutalidades.
El comienzo de este caso resultó casual: un vigilante de seguridad de un centro comercial sorprendió a Dominique Pelicot grabando a mujeres por debajo de la falda. El policía al que le tocó investigar el asunto pidió un registro domiciliario. 20.000 vídeos y cientos de fotografías desvelaron años de violencia secreta contra Gisèle Pelicot, algo que ni ella misma sospechaba.
Gisèle Pelicot tiene que comenzar ahora una nueva vida. A sus 72 años toda su existencia pasada es una especie de espejismo o pesadilla. Pero en cada imagen de esta mujer se percibe una fuerza que la ha convertido en icono global de la lucha contra los abusos.
La actitud de Gisèle Pelicot, de enorme valentía, ha sido aplaudida y apoyada por colectivos de todo el mundo. Hay un antes y un después del 'caso Pelicot'.
ADEMÁS: Así terminará la guerra de Ucrania según un experto británico