Consecuencias de una larga guerra: golpe a la industria armamentística rusa

La orden de invasión a gran escala de Ucrania emitida por Vladímir Putin alteró significativamente la imagen global de Rusia como superpotencia militar y perjudicó de manera considerable su próspero mercado de exportación de armamento.

Putin ha tenido que recurrir a sus aliados iraníes y norcoreanos a lo largo de la guerra en Ucrania, e incluso en 2023 Francia sobrepasó a Rusia como el segundo país con más exportaciones de armas del mundo.

Cómo podría acabar la guerra de Ucrania: lo que dice el experto John Lough

Según datos analizados por el Instituto de Investigación de la Paz Internacional de Estocolmo (conocido por sus siglas en inglés, como SIRPI) y publicados en marzo de 2024, las exportaciones de armas rusas cayeron drásticamente un 53% entre 2014-18 y 2019-23.

"El declive ha sido muy rápido durante los últimos cinco años, y aunque Rusia exportó un número importante de armas a 31 Estados en 2019, solo exportó a 12 en 2023".

India, China y Egipto eran los principales importadores de armas rusas entre 2019 y 2023, pero entonces ya había indicios de que estos países estaban reduciendo su dependencia armamentística para con el Kremlin. Las importaciones de armas indias provenientes de Rusia son un ejemplo claro de ello.

Según el SIRPI, India es el primer país en importaciones de armas del mundo, pero el período 2019-23 fue el primero desde 1960-64 en el que las exportaciones de armas rusas (o soviéticas) no constituían ni la mitad de las importaciones de armas del país. Eso son muy malas noticias para Rusia.

Rusia solía ganar miles de millones de dólares con las exportaciones de armas, pero esa es una cifra que poco a poco ha ido descendiendo en una época en la que Moscú necesita una cantidad de dinero mayor si cabe para financiar la invasión que sigue teniendo lugar en Ucrania. Pero las cosas pueden ser incluso más extremas de lo que parecen.

Síguenos y descubre cada día contenidos que te interesan

Pavel Luzin, miembro sénior no residente del Programa de Resiliencia Democrática del Centro Europeo de Análisis de las Políticas, recientemente calculó en un artículo para el grupo cómo de grave era la caída de los ingresos rusos provenientes de las exportaciones de armas para Moscú.

Imagen: X @pavel_luzin

Luzin descubrió que las exportaciones de armas rusas descendieron hasta un vertiginoso 93% en tres años hasta finales de 2024, una cifra que supondrá la pérdida de miles de millones de dólares para el Kremlin y sus esfuerzos militares.

Según el análisis de Luzin, para finales de diciembre, los ingresos de Rusia provenientes de las exportaciones de armas solo alcanzarán los mil millones de dólares.

Según Newsweek, una publicación del canal de Telegram de la Agencia señalaba que Rusia ganó 14.600 millones de dólares en beneficios provenientes de la venta de armas en 2021.

Newsweek también informó que desde que Putin ordenó la invasión de Ucrania en febrero de 2022, los ingresos de Rusia provenientes de las exportaciones de armas se han ido reduciendo lentamente. El beneficio por estas ventas bajó hasta los 8.000 millones de dólares en 2022, y hasta los 3.000 millones de dólares en 2023.

Si las estimaciones de Luzin sobre los ingresos rusos de la venta de armas son correctas, significaría que el negocio de las armas que antes era tan beneficioso para el Kremlin ha desaparecido en los tres años siguientes al inicio de la guerra de Putin en Ucrania.

"Vemos que Rusia, como exportadora de armas, ha fracaso de manera generalizada", explicaba Luzin en su intervención en la conferencia online 'Country and World: Russian Realities 2024', que se celebró del 28 al 29 de noviembre, según Newsweek.

"Está claro que el complejo industrial-militar cuenta con que se detenga, congele o acabe la guerra para poder volver a firmar contratos de exportación, ya que aportan buenos ingresos, además de una moneda fuerte", añadía Luzin.

Si Moscú será capaz o no de recuperar su negocio de exportación de armas en el futuro, es algo que aún está por ver. Sin embargo, parece poco probable, ya que muchos importadores ya se han desentendido de Rusia y han buscado opciones diferentes en los competidores globales del Kremlin.