Expertos advierten que para salvar a la humanidad hay que cambiar los hábitos de consumo
Las personas con un alto nivel de consumismo deberán realizar un cambio radical en sus hábitos para poder evitar la destrucción de la humanidad por culpa del cambio climático antes de 2050, según afirma un nuevo estudio de la Earth Commission, publicado en The Lancet Planetary Health.
Todavía existe la oportunidad para crear "un lugar seguro y justo" en el que vivir en nuestro planeta si todos tomamos medidas, a pesar de que el daño al medioambiente y los eventos climáticos extremos ya hayan llevado a la tierra hasta límites planetarios de seguridad, según advierte el estudio.
Para lograr un "lugar seguro y justo" para la humanidad, se debe producir un cambio radical en las políticas globales para asegurar que se realiza una distribución justa de la riqueza, el fin gradual del uso de combustibles fósiles y una adopción general de modos de vida más sostenibles.
"Si los cambios no se producen ahora, para 2050 no habrá ningún lugar seguro y justo", explicaba Johan Rockström, codirector de Earth Commission y director del Instituto Postdam para la Investigación sobre el Impacto Climático.
Con la participación de un equipo internacional de 65 científicos sobre ciencias naturales y ciencias sociales, el estudio observó cómo 7.900 millones de personas podrían mantenerse en límites planetarios seguros y tener acceso a recursos adecuados de comida, agua, energía, cobijo y transporte.
El estudio también observó cómo se desarrollaría la situación hasta 2050, cuando la población llegue hasta los 9.700 millones de personas. Las conclusiones fueron descritas como "chocantes" y, con suerte, como un catalizador para la acción inmediata.
"Por eso es importante esta ciencia para recordar a todos que hay que tomarse en serio la justicia, porque si no nos rebotará en forma de inestabilidad social, migración y conflicto", señalaba Rockström.
El estudio destacaba que una nueva legislatura de Trump debilitaría las oportunidades de supervivencia del planeta tal y como lo conocemos, ya que se produciría una pausa en el cambio hacia energías más limpias y estilos de vida más sostenibles.
"Si Trump llega al poder, se producirá la destrucción del Inflation Reduction Act [Ley de Reducción de la Inflación, que aporta unos 369.000 millones en ayudas y subvenciones verdes en EE. UU.] y perderemos el ritmo", afirmaba Rockström.
"Significaría para el mundo, en el mejor de los casos, otros cuatro años de parón de las medidas. No tenemos ese tiempo", añadía.
"No podemos despertarnos en 2030 y continuar emitiendo como lo hacemos hoy, porque sabemos que el presupuesto global del carbón, para tener una oportunidad de mantener el aumento de la temperatura a 1,5 °C, se consumirá en los próximos cinco años", explicaba Rockström.
Si el cambio climático aún resulta una realidad muy lejana de contemplar, puede que su inevitable impacto sobre la inflación y el precio de la comida haga llegar con más claridad esa realidad a la sociedad.
El aumento de las temperaturas podría añadir un 1,2% más a la inflación global anual para 2035, según un estudio de marzo de 2024, publicado por los científicos del Banco Central Europeo y el Instituto Postdam para la Investigación sobre el Impacto Climático.
De hecho, podemos observar ya cómo el coste del aceite de oliva se ha multiplicado debido a la sequía, mientras que condiciones climáticas extremas han hecho aumentar los costes de los seguros del hogar y de los negocios, o incluso harán imposible que puedan ser asegurados en el futuro.
"Estas son consecuencias muy importantes… y van a empeorar", explicaba Maz Kotz en The Washington Post, un economista climático del Instituto Postdam, y autor líder del estudio de marzo de 2024. "El camino más claro que podemos marcar es intentar limitar el propio cambio climático".
La razón por la que las subidas de precios provocadas por el cambio climático seguramente afecten sobre todo a los precios de la comida, según Kotz, es que las cosechas, ganaderías y piscifactorías van a experimentar de forma aguda las consecuencias del aumento de las temperaturas; por ejemplo, ya se sabe que algunos animales marinos han muerto por culpa de las temperaturas en olas de calor.
Un estudio publicado en Science Direct revelaba que el riesgo de experimentar pérdidas en las cosechas podría aumentar de un 6% anual en los últimos años hasta un 40% por culpa de un aumento de la temperatura de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, un aumento que parece que va a superarse en los próximos 10 años.