Fiebre mundial por el uranio: intensa competencia alimentada por actividades nucleares
¿Quién dijo que la energía nuclear era cosa del pasado? En la década de 2020, el mundo ha iniciado un relanzamiento masivo de la producción de energía atómica.
Según datos de la Asociación Nuclear Mundial (WNA), a principios de 2024 ya estaban en construcción 60 reactores, 110 en planificación y más de 300 en estudio. ¡Un total superior a los 436 reactores!
El desarrollo de la energía nuclear involucra tanto a estados que ya están activos en este sector, como Estados Unidos, China, Francia y Reino Unido, como a países emergentes como India. Además, incluye a aquellos que han decidido regresar a la energía nuclear tras una pausa planificada, como Suecia y Japón.
El regreso de la energía nuclear ha desencadenado una competencia global por el uranio, el mineral esencial para la producción de esta forma de energía.
El aumento de la demanda ha llevado a una explosión en el precio del uranio, que ha aumentado un 233% desde 2019, según Géo. Este crecimiento ha superado tres veces la velocidad de aumento de los precios del oro y el cobre.
Rusia produjo el 43% del uranio enriquecido del mundo en 2023, según AFP. Sin embargo, a pesar del creciente aumento en la demanda, la oferta se ha vuelto más escasa, ya que los estados occidentales se han alejado del uranio ruso desde el inicio de la guerra en Ucrania.
Las implicaciones geopolíticas relacionadas con este mineral no se restringen únicamente a Rusia. En Níger, que representa el 4.7% de la producción mundial según la agencia europea Euratom, el gobierno militar que tomó el control en 2023 ha cortado lazos con Francia, uno de los principales importadores de uranio.
También según Euratom, los suministros europeos de uranio en 2022 provenían principalmente de cuatro países: Kazajstán (26,8%), Níger (25,4%), Canadá (22%) y Rusia (16,9%).
La presencia de países en riesgo entre los grandes productores empuja a los importadores del Viejo Continente a diversificar su oferta recurriendo a otros estados, como Australia.
"Euratom ha instado a la industria nuclear y a los productores de electricidad a asegurar sus suministros mediante la firma de contratos plurianuales con diversas fuentes de suministro", según informa Techniques de l'environnement.
La agencia europea también insta a los industriales a contar con un "nivel de existencias adecuado" y a disponer de "rutas y medios de transporte alternativos".
Finalmente, esta autoridad invita a los Estados a realizar inversiones en la Unión Europea y en países socios “fiables y de bajo riesgo” para prospectar y explotar nuevos depósitos de uranio.
Para hacer frente al desequilibrio global entre oferta y demanda, se están abriendo nuevas minas de uranio en diferentes lugares del mundo, por ejemplo en Utah, Estados Unidos. ¿Pero será esto suficiente?
"La minería puede cubrir la demanda, pero no es un proceso que ocurra de la noche a la mañana. Se necesitarán años", advierte Jonathan Hinze, director de la empresa de investigación nuclear UxC, según cita Géo.
"Según TradeTech, proveedor de datos del sector citado por Bloomberg, la demanda mundial de uranio podría superar la oferta en más de 100 millones de libras esterlinas al año hasta la década de 2030, lo que podría resultar en aumentos significativos en las facturas de electricidad."
"¿Qué ocurre en el ámbito militar? El creciente riesgo de guerra nuclear es otro factor que podría aumentar la demanda mundial de uranio y debilitar su suministro hacia ciertos estados. ¡Habrá que estar atentos!"