Controversia en Argentina: Milei y la nueva ley de armas para menores
El presidente argentino, Javier Milei, ha suscitado un amplio debate a nivel nacional debido a un decreto que permite a los jóvenes acceder más fácilmente a las armas de fuego, al reducir la edad mínima requerida para su porte de 21 a 18 años.
Sin debate ni consenso ni participación del Congreso, junto a su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, Milei allana el camino de la desregularización y la liberación de las armas, una de sus promesas electorales, en un sector tan vulnerable como los jóvenes.
Durante un debate en 2023 televisado, ambos mandatarios ponen de manifiesto la contradicción de su discurso antes y ahora. "Si se liberan las armas van a estar en manos de los monos, van a terminar masacrando chicos en las escuelas", dijo en aquel momento Bullrich.
El Ejecutivo de Milei justifica su acción porque esta medida se toma a efectos de "armonizar la legislación vigente" y para "reafirmar la capacidad de los ciudadanos adultos para acceder bajo estrictos requisitos legales a la condición de legítimos usuarios de armas de uso civil", recoge CNN.
"A los 18 pueden ir a la guerra, formar una familia o ser miembros de una fuerza de seguridad. Y, aunque parezca increíble, a cualquier edad pueden elegir un cambio de sexo que los marcará de por vida. Entonces, ¿por qué a los 18 años no podrían ser legítimos portadores de un arma?”, dice la ministra Bullrich, según El País.
Hay que cumplir una serie de requisitos para poder portar un arma en Argentina, como acreditar la identidad y ser mayor de edad, probar la ausencia de antecedentes penales, indicar dónde se va a guardar el arma y pasar un examen psicofísico, entre otros.
Julián Alfie, miembro de la Red Argentina para el Desarme, está en contra del decreto de Milei porque no tiene en cuenta que los jóvenes tienen un mayor riesgo de suicidio y que toman decisiones impulsivas, explica en El País. "A los 18 años, los jóvenes siguen siendo adolescentes y tienen un grado de vulnerabilidad muy alto", indica.
El decreto de Milei también contradice la política pública vigente que promueve el desarme en el país, creada en 2007, y que permite a la ciudadanía entregar de manera voluntaria y anónima las armas de fuego y municiones que tengan, aunque las posean de manera ilícita, gozando de amnistía penal, cuenta Página 12.
Los objetivos de esta política pública, siempre votada por unanimidad en el Congreso y de amplio consenso, son que disminuya el uso de armas de fuego entre la sociedad civil promoviendo la cultura de la no violencia y conseguir la reducción de los accidentes y los delitos ocasionados por armas de fuego.
Tras décadas de funcionamiento de esta política, entre 2007 y 2022 se entregaron de manera voluntaria más de 200.000 armas de fuego en Argentina, las cuales fueron inutilizadas de inmediato, junto con cerca de 2 millones de municiones convencionales, según Página 12.
En Brasil no se pueden portar armas hasta los 25 años y en Estados Unidos ya han aumentado la edad hasta los 21 años en Estados como el de Nueva York, dados los casos de matanzas en las escuelas que se suceden en el país.
Ante los altos índices de delincuencia en Argentina, Milei sostiene que la gente tiene derecho a defenderse. Por eso, hasta llegó a decir en campaña que le parece bien que se puedan comprar armas en los supermercados, como ocurre en algunos lugares de Estados Unidos.