Un nuevo planeta oculto en el sistema solar: un descubrimiento sin precedentes
Desde hace 175 años, la posible existencia de un noveno planeta ha intrigado a los astrónomos, cautivados por un misterio que podría estar a punto de resolverse. Conocido como Planeta Nueve, este cuerpo hipotético podría explicar las órbitas anómalas de ciertos objetos transneptunianos, y nuevos estudios sugieren que la respuesta definitiva está cerca.
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“Desde el descubrimiento de Neptuno en 1846 (en la imagen), al menos 30 astrónomos han propuesto la existencia de diversos objetos transneptunianos, y siempre se han equivocado”, señala Konstantin Batygin, profesor en el Instituto de Tecnología de California. Los astrónomos definen como "transneptunianos" a los cuerpos que orbitan el Sol más allá de la órbita de Neptuno.
Los astrónomos Konstantin Batygin y Mike Brown (en la imagen), del Instituto de Tecnología de California (Caltech), han liderado la investigación sobre el Planeta Nueve. Batygin asegura que "un sistema solar sin el planeta oculto quedaría fuertemente refutado por los datos".
En 2005, Mike Brown descubrió a Eris en el Cinturón de Kuiper (en la imagen), desatando la polémica que llevó a degradar a Plutón de su estatus de planeta. Apodado "el hombre que mató a Plutón", Brown fue muy criticado por su hallazgo que cambió el sistema solar, según CNN.
Plutón ya no es planeta: aunque es uno de los cuerpos más grandes del Cinturón de Kuiper (en la imagen, Gerard P. Kuiper), no domina su órbita, una condición esencial según la Unión Astronómica Internacional. Esta vasta región, que se extiende mucho más allá de Neptuno, contiene remanentes helados de la formación del sistema solar, relegando a Plutón y a otros cuerpos como Eris a la categoría de planetas enanos.
Un estudio reciente publicado en The Astronomical Journal aporta nuevas pruebas sobre el posible Planeta Nueve. Basándose en las órbitas inusuales de ciertos objetos del Cinturón de Kuiper, los investigadores sugieren que estas trayectorias podrían estar siendo perturbadas por un gran planeta aún no observado.
“Encontrar otro planeta sería un descubrimiento enorme”, afirma Malena Rice, profesora de Astronomía en Yale. “Podría transformar nuestra comprensión del sistema solar y de otros sistemas planetarios, revelando más sobre nuestro lugar en el universo. Es realmente emocionante: hay un inmenso potencial para aprender mucho sobre el cosmos”, según CNN.
Los científicos consideran que el Planeta Nueve podría tratarse de una supertierra, con una masa estimada entre cinco y siete veces la de la Tierra y un periodo orbital que se extendería entre 10,000 y 20,000 años.
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El estudio se enfoca en las órbitas inusuales de objetos transneptunianos como Sedna, cuyas extrañas alineaciones podrían ser provocadas por la gravedad del Planeta Nueve.
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Investigaciones de Konstantin Batygin y su equipo, mediante simulaciones por ordenador, indican que la existencia del Planeta Nueve sería esencial para justificar las órbitas inusuales observadas en los confines del sistema solar, según National Geographic.
Las simulaciones realizadas por Batygin y su equipo evalúan distintos escenarios orbitales y sugieren que la existencia del Planeta Nueve es una explicación plausible para las perturbaciones observadas en otros cuerpos celestes.
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El profesor Patryk Sofia Lykawka, de la Universidad Kindai en Japón, sugiere la existencia de un planeta más pequeño, con una masa entre 1.5 y 3 veces la de la Tierra. Este planeta podría ser un "super-Plutón" o una versión helada de la Tierra.
El descubrimiento de un nuevo planeta tendría el potencial de remodelar nuestra comprensión del sistema solar, aportando nuevas perspectivas sobre la formación planetaria y la dinámica de sus cuerpos celestes.
Detectar el Planeta Nueve es extremadamente complicado debido a su gran distancia del Sol y baja luminosidad. Los telescopios actuales necesitan una potencia excepcional para localizarlo, ya que este objeto sería hasta 10,000 veces menos brillante que Plutón, explica el astrónomo Greg Laughlin, según National Geographic.
Telescopios como Keck y Subaru en Hawái buscan el Planeta Nueve, mientras que el proyecto Backyard Worlds: Planet 9 de la NASA permite al público colaborar analizando imágenes del satélite WISE. Este explorador, que escaneó el cielo en infrarrojo, fue renombrado como NEOWISE en 2013 para cazar asteroides cercanos, antes de finalizar su misión en julio de 2024.
La Nasa informa que el Observatorio Rubin, que comenzará a operar en 2025 en Chile, ayudará a explorar el cielo del hemisferio sur durante 10 años. Su misión incluye buscar objetos en el Cinturón de Kuiper y, si sus órbitas están alineadas, podría confirmar la existencia del Planeta Nueve. Sin embargo, algunos investigadores creen que esta alineación podría ser aleatoria, lo que cuestionaría su existencia. En la imagen, el observatorio Cerro Tololo en Chile.