Recordando a Hugo Chávez

Un icono llamado Hugo Chávez
Amor por Chávez
Un autoritarismo denunciado por intelectuales como Vargas Llosa
La opinión de The New York Times
El líder de los humildes
El hombre que secuestró la democracia
La izquierda mundial aceptó su apuesta por
Cuando calificó de
Con Maradona
Un país dividido
La culpa es de la oligarquía y una oposición contraria a los humildes
Una economía en dificultades
El principio de una diáspora que no cesa
Orgullo bolivariano
La imposible labor de la oposición
Un joven militar insurrecto que hizo historia
Un icono llamado Hugo Chávez

Amado y odiado, personaje controvertido pero inevitablemente icónico. ¿Cómo juzgará la historia a Hugo Chávez? ¿Es el tirano que arruinó Venezuela que retratan sus opositores? ¿Un líder de una revolución no resuelta?

Amor por Chávez

Cuando Hugo Chávez murió en 2013 a causa de un cáncer sus numerosos partidarios le lloraron en Venezuela. Pero también recibió el elogio de mandatarios respetados. El brasileño Lula dijo: "No todos los siglos logran producir un hombre de las cualidades de Chávez".

Un autoritarismo denunciado por intelectuales como Vargas Llosa

Sin embargo, y pese a que Hugo Chávez llegó al poder mediante elecciones democráticas, muchos dentro y fuera de Venezuela le acusaron muy pronto de autoritarismo. El escritor Mario Vargas Llosa, premio Nobel, aseguró en una conferencia recogida por el diario español La Vanguardia que Chávez dejó un país " empobrecido, fracturado y enconado, con la inflación, criminalidad y la corrupción más altas del continente".

La opinión de The New York Times

Por buscar un punto intermedio, podemos acudir al editorial que publicó The New York Times cuando Hugo Chávez murió. En él se ofrecía una doble visión del gobernante: defensor de los pobres y, a la vez, autócrata cuyo concepto de la libertad resultaba bastante laxo.

El líder de los humildes

Escribían en The New York Times en ese editorial de 2013: "No se puede negar su popularidad entre la mayoría empobrecida de Venezuela. Ganó las elecciones dedicando una parte sustancial de los ingresos petroleros del país a la construcción de viviendas públicas, la creación de clínicas de salud y la disponibilidad de alimentos asequibles para los ciudadanos más pobres".

El hombre que secuestró la democracia

Pero también en The New York Times se podía leer: "Su gobierno debilitó la independencia judicial, intimidó a los opositores políticos y a los defensores de los derechos humanos e ignoró la violencia desenfrenada, ya menudo mortal, de la policía y los guardias de prisiones".

La izquierda mundial aceptó su apuesta por "el socialismo del siglo XXI"

No se puede negar que Hugo Chávez, con sus rotundas victorias en las urnas (y pese a su deriva autoritaria), sedujo a la izquierda internacional con su "socialismo del siglo XXI". Tuvo grandes partidarios en América y Europa, donde se le veía como una especie de Fidel Castro capaz de ganar elecciones.

Cuando calificó de "diablo" a George W. Bush

De hecho, a la izquierda le producían simpatía declaraciones tan disparatadas como cuando Hugo Chávez dijo en la sede de la ONU: "Aquí huele a azufre". Porque, previamente, había pasado George W. Bush por el estrado en que él se encontraba. Fue en 2006.

Con Maradona

Así que otros personajes icónicos como Maradona (tan afín a ciertos poderosos latinoamericanos) se acercaban a Hugo Chávez y le mostraban su apoyo.

Un país dividido

Pero la realidad es que Hugo Chávez, con su discurso radical y su poca disposición al pacto con el contrario, contribuyó a dividir Venezuela. Y pronto hubo protestas en las calles (como la de la imagen, de 2001).

La culpa es de la oligarquía y una oposición contraria a los humildes

El argumento de Hugo Chávez siempre fue culpar a la oligarquía venezolana, a quien acusaba de estar en contra de cualquier reparto de la riqueza. Y una parte de ese discurso (la resistencia de las clases altas a la justicia social) puede que tuviera algo de cierto. Pero en la gestión cotidiana fue donde el régimen bolivariano demostró que tenía graves carencias.

Una economía en dificultades

Quizás hubo una parte de la población más pobre cuyas condiciones de vida mejoraron con algunas medidas de Hugo Chávez, pero lo cierto es que para un país con una riqueza petrolera como Venezuela resulta difícil de explicar la deriva de su economía: con el chavismo se disparó la inflación (en Forbes llegaron a hablar de una inflación del 100%) y se produjeron problemas de abastecimiento.

El principio de una diáspora que no cesa

Esa permanente crisis económica sumado al conflicto político dio origen al principio de una diáspora que, a la muerte de Hugo Chávez, se agudizó. Primero se fueron los ricos (a Miami o Madrid), después los más pobres emprendieron la huida a cualquier parte. Muchos venezolanos están en Rio Grande, esperando entrar a Estados Unidos junto a otros migrantes que padecen miseria.

Orgullo bolivariano

Pese a todo, no puede negarse que hay parte de la población venezolana (y de Latinoamérica y de otras partes del mundo) que todavía venera a Hugo Chávez y se siente orgullosa de lo que pudo significar la revolución bolivariana que él inició.

La imposible labor de la oposición

Y luego está la melancolía de una oposición venezolana que, incluso con importantes apoyos internacionales, no ha logrado cerrar el capítulo político que Hugo Chávez abriera. Su fracaso resulta digno de estudio.

Un joven militar insurrecto que hizo historia

La realidad es que Hugo Chávez, ese militar que comenzó su carrera política mediante una extraña insurrección armada fallida, hizo historia en Venezuela. Para bien o para mal. O para bien y para mal. Según se mire.

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