Agónica lucha de las familias separadas por Trump en la frontera de EEUU
Dos años después de que la administración Biden asumiera la tarea de reunirlas, muchas familias separadas en la frontera durante la presidencia de Trump todavía están separadas.
Según NPR, en febrero de 2023, la administración Biden dijo que había reunido a 600 niños con sus padres, pero alrededor de 1000 siguen separados. Esas cifras son casi una suposición.
Completar la tarea ha sido muy complicado, ya que, en muchos casos, los registros de separación no estaban claros. En otros no existía registro alguno.
La parte más complicada es encontrar a los familiares. Algunos padres fueron deportados sin sus hijos y algunos niños fueron enviados a diferentes estados, sin que exista forma de localizarlos.
La separación se ha prolongado durante cinco años desde que la política implosionó en 2018. En algunos casos, como uno recogido por el Washington Post, fue casi un tercio de la vida del niño.
El periódico siguió el caso de una madre que intentaba reunirse con su hija después de que la Patrulla Fronteriza la deportara en 2018. La madre tuvo que luchar en los tribunales para recuperar la custodia de la niña, ahora de 14 años.
El artículo explica que algunos de los niños que no tenían parientes en Estados Unidos acabaron bajo custodia estatal en el sistema de familias de acogida, lo que hacía que la reunificación fuera más compleja y larga.
Bajo la política de Tolerancia Cero Estados Unidos separó a más de 5.000 niños de sus padres inmigrantes entre 2017 y 2018. Según una investigación de la reportera de The Atlantic Caitlin Dickerson, el propósito era mantener la separación.
La política no contemplaba un plan de reunificación y las comunicaciones internas del Departamento de Seguridad Nacional muestran que los agentes estaban trabajando activamente en contra reunir familias.
Dickerson dijo que la agencia ni siquiera registró qué niño pertenecía a qué padre ni adónde los envió. Algunos niños terminaron en instalaciones gubernamentales, otros con familiares y otros en hogares de acogida.
Según documentos recopilados por Dickerson, algunos fiscales federales que se resistieron a procesar a los padres fueron presionados o en algunos casos transferidos a otra área del sistema judicial.
La mayoría de los inmigrantes presentaron solicitudes de asilo en Estados Unidos, pero el acto de cruzar la frontera podría ser considerado allanamiento, por lo que se les pudo juzgar por delitos menores.
Algunos solicitantes de asilo presentaron luego su caso a las autoridades estadounidenses y pudieron permanecer en Estados Unidos hasta que un juez lo resolviera, pero a otros se les negó y fueron deportados inmediatamente.
A pesar de que los cargos eran menores, Seguridad Nacional se llevó rápidamente a los niños. Dickerson afirma que la separación fue el objetivo, no una consecuencia secundaria.
Rastreó la política hasta sus orígenes y descubrió que tenía como objetivo disuadir a los padres de llevar a sus hijos a la frontera de Estados Unidos para buscar asilo.
La cantidad de entradas ilegales no se redujo, la única consecuencia fue la separación. Dickerson le dijo a NPR que un funcionario de la administración Biden admitió que quizá nunca podrían reunir a todas las familias.
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