Mundo curioso: cómo beben los peces bajo el agua
Quizás nunca te lo hayas preguntado, pero conocer la respuesta podría convertirte en el centro de atención en tu próxima reunión familiar: ¿cómo beben los peces bajo el agua? ¿Experimentan la sensación de sed al igual que los animales terrestres? Resolvemos estas incógnitas...
Dado que el agua es su entorno de vida, se podría creer que los peces no necesitan hidratarse a diario. Sin embargo, al igual que los humanos, los seres acuáticos necesitan beber para sobrevivir.
De hecho, los peces realmente no sienten sed porque no son conscientes de que beben. Para ellos, se trata de un reflejo natural comparable a la respiración humana, como informa la revista Géo.
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A diferencia de los humanos, los peces tienen varias formas de beber. Pueden absorber agua por la boca, pero también por la piel y las branquias. La frecuencia de hidratación depende entonces de la especie, pero sobre todo del tipo de agua en la que viven.
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Ya sea que vivan en agua salada o dulce, todos los peces deben hacer un pequeño acto de equilibrio. De hecho, deben regular la cantidad de agua y la cantidad de sal presentes en su cuerpo para mantener una hidratación óptima en todo momento. Este proceso se llama fenómeno de ósmosis.
En los océanos, y más generalmente en el agua salada, los peces tienen un cuerpo menos salado que el de su entorno y, por tanto, beben constantemente para mantener una cierta cantidad de sales minerales en la sangre.
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En agua dulce, la concentración de sal en el cuerpo del pez es mayor que en el agua en la que nada. Entonces el proceso se invierte: el agua entra en el cuerpo del pez por ósmosis, y el reto para él es beber lo menos posible, si es que lo hace.
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Si a pesar de todo absorben demasiada agua, los peces de agua dulce pueden hincharse e incluso reventar. Para mantener el equilibrio, excretan grandes cantidades de agua (baja en sal) en la orina.
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Así, los peces marinos beben entre 10 y 50 ml de agua al día, mientras que los peces de agua dulce absorben de 1 a 5 ml de agua cada día.
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Los peces migratorios, como el salmón y la anguila, tienen la particularidad de adaptarse sin problema a ambos ambientes. Aumentan su concentración de sal cuando nadan en agua salada y la disminuyen cuando se encuentran en agua dulce.
El delfín ni siquiera necesita beber, aunque sea un mamífero. De hecho, su metabolismo le permite hidratarse gracias al pescado que come.
El pez dorado (también llamado carpa cruciana dorada) es una especie de pez de agua dulce especialmente resistente y puede vivir en cautiverio en un acuario, ¡y no en una pecera pequeña! Como otros peces de su especie, no necesita beber en grandes cantidades, y elimina mucha agua en la orina para compensar.
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Sí, al igual que los seres humanos, los peces pueden respirar por la boca. Pero a diferencia de ellos, los humanos son incapaces de respirar de forma natural bajo el agua, a riesgo de que entre en sus vías respiratorias.
En concreto, los peces pueden respirar bajo el agua por la boca o las branquias, porque no tienen pulmones. Son sus branquias las que captan el oxígeno del agua, luego el agua sale a través de sus cubiertas.
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Esto puede parecer extraño, pero sí, ¡los peces pueden ahogarse! Más precisamente por asfixia, si sus branquias están dañadas (por un anzuelo por ejemplo) o si el agua en la que se encuentran no contiene suficiente oxígeno, por ejemplo cuando el agua acumula demasiado nitrógeno y fósforo.
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Algunas especies de peces viven en un ambiente con poco oxígeno. Es el caso, por ejemplo, de la familia de los osphronemidae (como el gurami azul, en la foto) y de las lochas, peces de agua dulce que encuentran su suplemento de oxígeno en el aire, cuando salen a la superficie.
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