Baja por dolor menstrual: prejuicios, desinformación y polémica

Una decisión histórica se ha producido en España. El gobierno progresista de coalición compuesto por PSOE y Unidas Podemos ha llegado a un acuerdo: se incluirá en una amplia legislación de salud reproductiva (que incluye una moderna ley de interrupción del embarazo) el derecho de las mujeres a una baja médica en caso de dolor menstrual. Pero ¿cómo funcionará esta opción de no ir a trabajar si una mujer tiene dolores por la menstruación?

“Vamos a reconocer por Ley el derecho de las mujeres con menstruaciones dolorosas a una incapacidad temporal especial que será costeada por el Estado desde el primer día”. Estas son las palabras con las que Irene Montero, ministra de Igualdad, explicaba en Twitter  cómo se gestionará este nuevo derecho.

La medida, nacida en España de la acción conjunta de varios ministerios (entre ellos el Ministerio de Igualdad y el Ministerio de Seguridad Social) supone una novedad revolucionaria en el panorama regulatorio europeo y mundial.

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España, de hecho, sería el primer país del bloque europeo en establecer la posibilidad de solicitar un permiso retribuido de tres días, ampliable hasta cinco, para todas aquellas mujeres trabajadoras que padezcan dismenorrea, endometriosis o adenomiosis. Y estamos hablando de millones de mujeres...

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Según los datos proporcionados por la OMS, alrededor de 150 millones de mujeres en edad fértil se ven afectadas por la endometriosis y, de ellas, 14 millones se encuentran solo en Europa. Además, en la décima revisión de la 'Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados', el dolor patológico asociado con el ciclo menstrual fue reconocido como una enfermedad, situándose en el número 94 de esta lista.

Las mujeres que padecen endometriosis refieren en algunos casos síntomas como astenia, depresión o hipertermia leve. Pero, para casi todas ellas  simplemente supone un dolor menstrual intenso que puede llegar a ser crónico y persistente y que tiene efectos tangibles en su calidad de vida. De hecho, está considerada como una enfermedad incapacitante.

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Incluso, si no tenemos solamente en cuenta enfermedades como la endometriosis, los datos sobre mujeres que sufren dolor durante la menstruación son muy altos.

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Según una investigación realizada por BBC Radio 5, el 91% de las mujeres entrevistadas dijeron que sufrían de dolor menstrual y alrededor del 57% informaron que el dolor era de tal magnitud que su capacidad para trabajar se veía comprometida.

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Otra investigación publicada en la revista médica British Medical Journal y que fue realizada sobre una muestra de 32.748 mujeres de 15 a 45 años, también revela que la pérdida de productividad por dolor menstrual podría llegar a ser de unos 9 días al año.

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Las conclusiones de esta investigación son claras: "Los síntomas relacionados con la menstruación provocan una gran pérdida de productividad" y, además, añaden que "es urgente centrarse más en el impacto de estos síntomas [...] para debatir sobre las opciones para llevar a cabo tratamientos con mujeres de todas las edades", en incluso "dar más flexibilidad a las mujeres que trabajan o van a la escuela".

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En cualquier caso, según los datos, la mayoría de las mujeres padecen dismenorrea, término médico con el que se identifica al dolor menstrual, esos calambres agudos que afectan a la parte inferior del abdomen y que pueden irradiarse a la espalda o a la parte interna de las piernas. (especialmente en los primeros días del ciclo menstrual).

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Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), las punzadas y los calambres asociados a la dismenorrea pueden ir acompañados a menudo de otro tipo de afecciones, como náuseas, dolor de cabeza, mareos, dolor lumbar, etc. Además, a ello pueden sumarse también problemas psicológicos y fisiológicos como el nerviosismo, la fatiga y los cambios de humor, algo bastante habitual.

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Según advierten desde el Ministerio de Salud de Italia, "es muy importante saber desde una edad temprana que los dolores menstruales y los que se producen durante las relaciones sexuales no son normales y no deben silenciarse". Es decir, que es necesario combatir los prejuicios sobre el dolor asociado a la regla y no tener miedo de hablar de ello.

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A pesar de las recomendaciones del Ministerio de Sanidad italiano, hasta el momento en Italia no existe ninguna ley que proteja a las mujeres en este sentido, algo que tampoco sucede en otros países de la Unión Europea como podrían ser Francia o Alemania.

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En muchos casos, este tema ha sido una cuestión de debate y polémica que ha hecho que se quede en un punto muerto, algo que finalmente no ha sucedido en España, donde, a pesar de que también se han generado esas mismas polémicas, se ha conseguido desbloquear y parece que será en una realidad muy pronto.

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La puesta en marcha de esta medida no estuvo exenta de polémica en España y no fue recibida con los brazos abiertos desde un primer momento. Una de las principales razones es que, con su puesta en marcha, las implicaciones laborales para las mujeres serían preocupantes.

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Tal y como informó el diario El País, la ministra de Economía, Nadia Calviño, dijo: "[El Gobierno] cree y está absolutamente comprometido con la igualdad de género y nunca adoptaremos disposiciones que puedan conducir a una estigmatización de las mujeres". ¿Hablaba del dolor menstrual como estigma? Desde luego que a esta ministra (que se ubica en el ala derecha del Gobierno) no parecía convencerle la baja por menstruación dolorosa.

El diario El País también recogía las declaraciones de José Luis Escrivá, titular del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social: "Nuestra posición es que esta ley debe armonizar dos elementos: mejorar la protección de las mujeres y promover su participación en las mejores condiciones dentro del mercado laboral".

Incluso la vicesecretaria general del sindicato español UGT expresó sus dudas al respecto en una entrevista en el programa 'Espejo público', en referencia a una posible estigmatización de las mujeres: "Este prejuicio de género... hay que ver si a largo plazo no terminará por discriminarnos”.

En España, el gran temor de los legisladores es que, con la aprobación de este permiso por dolor menstrual, se podría revelar un problema de fondo que, lamentablemente, aún no está resuelto: que los empresarios den prioridad a la contratación de un hombre frente a una mujer, una cuestión muy debatida ya con el tema de los permisos de maternidad.

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“Puede ser que estigmatice [a la mujer], pero eso ya lo hace la maternidad y la lactancia y es contra lo que tenemos que luchar. Lo que no podemos hacer es ocultarlo”, apuntó Carolina Vidal, secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo del sindicato Comisiones Obreras.

Los discursos y reivindicaciones relativos a la problemática de género en el mundo del trabajo podrían parecer de otros tiempos, pero nada más lejos de la realidad. Están muy de actualidad y son muy necesarios. Es el caso, por ejemplo, del revuelo mediático que suscitaron a principios de mayo las polémicas declaraciones de la diseñadora Elisabetta Franchi durante el evento promovido por PwC 'Mujer y Moda: el barómetro de 2022'.

“Si las jóvenes se ausentan dos años por una licencia de maternidad es un problema”, declaró la estilista en el escenario del evento. Franchi afirmó que se fija en hombres y mujeres "maduros" mayores de 40 años para ocupar puestos considerados "importantes" dentro de su empresa sin correr el riesgo de contratar a mujeres jóvenes a punto de casarse y tener hijos y agregó que "un empresario no puede darse el lujo de perder una figura profesional durante dos años debido a la maternidad".

A la luz de este tipo declaraciones (más habituales de lo que pudieramos llegar a imaginar), no sorprenden los temores del ejecutivo español sobre las posibles repercusiones del permiso por dolor menstrual en el acceso de las mujeres al mundo laboral. Sin embargo, los ejemplos de otros lugares del mundo donde esta medida ya está en marcha deberían invitar a la tranquilidad.

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Japón, por ejemplo, tiene reconocido el derecho al permiso por dolor menstrual a las mujeres desde 1947. En ese año, de hecho, el gobierno japonés amplió esta licencia, originalmente otorgada solo a las trabajadoras de fábrica, a todas las mujeres trabajadoras que padecían dismenorrea.

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Corea del Sur se unió a Japón en 1953, otorgando a las mujeres un período de permiso de trabajo durante el ciclo menstrual.

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Otros países del mundo que tienen permisos por el dolor menstrual y normas similares para proteger a las mujeres son Indonesia, Taiwán, México y Zambia.

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También existen acciones de empresarios individuales que han reconocido este derecho a sus trabajadores de manera independiente. Un ejemplo es Deepinder Goyal (en la foto), fundador y director ejecutivo del gigante indio de entrega de alimentos Zomato.

En una carta dirigida a sus empleadas y empleados en agosto de 2020, Deepinder Goyal (a la izquierda en la foto) anunció la puesta en marcha del período de permiso por dolor menstrual para todas las mujeres de la empresa (incluidas las transgénero): un total de 10 días al año en los que pueden tomarse un descanso del trabajo en caso de verse afectadas por un dolor intenso asociado a la menstruación.

"Incluso si no entendemos completamente por lo que pasan las mujeres, debemos confiar en ellas cuando dicen que necesitan descansar. Sé que los dolores menstruales son muy dolorosos para muchas mujeres y debemos apoyarlas si queremos construir una cultura verdaderamente colaborativa en Zomato", concluyó Deepinder, quien pidió además el apoyo de sus empleados masculinos para esta medida.

La política de apoyo a la mujer impulsada por el empresario indio no es el único ejemplo. En Australia, muchas empresas tienen también una política de mayor flexibilidad para las mujeres durante el ciclo menstrual y la menopausia.

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Kristy Chong, CEO de la empresa Modibodi, aseguró en una entrevista a la BBC, que, tras la adopción de estas medidas, la confianza entre los gerentes y las trabajadoras ha aumentado y se muestran más productivas que antes.

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También en Francia -a pesar de que a nivel de país no se ha legislado nada- algunas empresas han adoptado una política similar. Un ejemplo es la fábrica de muebles Louis de Labège que, según informa France Bleu, concedió a sus empleadas un día de vacaciones pagadas durante su ciclo menstrual.

Aunque todavía parece un tema tabú en algunos países y lugares de trabajo, el debate sobre la menstruación está más vivo que nunca. Los tiktokers que usan el hashtag #PeriodTok lo saben bien, promoviendo un debate sobre el ciclo menstrual que, hasta hace poco, muchas redes sociales habrían censurado.

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Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para combatir los prejuicios sobre el ciclo menstrual y los dolores asociados a él. Las mujeres no deben avergonzarse y es necesario que hablen de ello sin miedo, porque es el primer paso (y el más necesario) que dar.

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