Chat GPT: la inteligencia que conquista el mundo

El tema de la inteligencia artificial es algo que interesa al ser humano desde tiempos pretéritos. La creación de sistemas informáticos que piensen o actúen como los humanos ha muy recurrente en el mundo de la ficción y lo es también -y cada vez más- en la vida real.

El objetivo de la inteligencia artificial es replicar los procesos cognitivos de los humanos en máquinas. Y se hace desde cuatro enfoques distintos: dos centrados en humanos (con sistemas que piensan y actúan como humanos) y dos en la racionalidad (que piensen y actúen racionalmente).

Foto: Pexels - Michelangelo Buonarroti

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Aún así los subcampos que existen en torno al mundo de la inteligencia artificial son muchísimos, teniendo en cuenta que sintetiza y automatiza tareas que en principio son intelectuales. Así, puede incluir aprendizaje y percepción, demostración de teoremas matemáticos, diagnóstico de enfermedades, juegos racionales como el ajedrez, etc.

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Si pensamos solo en robots que se mueven e interactúan, estamos muy equivocados. La inteligencia artificial va mucho más allá y cada vez está más presente entre nosotros. Véase, por ejemplo, los asistentes de voz, los coches inteligentes, los navegadores, la domótica o las aplicaciones médicas.

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Y, en medio de todo esto, ha surgido ChatGPT, un chatbot de inteligencia artificial desarrollado por la compañía OpenAI y especializada en el diálogo, que se ha convertido en toda una revolución desde que salió al mercado el 30 de noviembre de 2022.

ChatGPT funciona mediante el aprendizaje, supervisado y por refuerzo, y es capaz de mantener conversaciones como una persona con respuestas detalladas y articuladas. Solo hay que hacerle preguntas y él responderá de forma lógica y coherente.

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ChatGPT es una aplicación gratuita que, para usarla, lo único que tenemos que hacer es entrar en su web - https://chat.openai.com/-, crear una cuenta nueva de OpenAI y empezar a usarlo.

Es un sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por Inteligencia Artificial GPT-3 y, posteriormente, mejorado con la versión GPT-3.5 y cuenta con más de 175 millones de parámetros.

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Está entrenado por sus creadores para tareas específicas del lenguaje, tales como la generación de textos y también para la traducción entre distintos idiomas.

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¿Y cómo se hace ese entrenamiento? Como al resto de los sistemas de Inteligencia Artificial: a base de hacerle preguntas y añadir información a través de lo cual se va corrigiendo y perfeccionando a lo largo del tiempo. El secreto está en el aprendizaje (como cualquier ser humano).

En ese trabajo de aprendizaje, todo lo que se escriba en ChatGPT queda registrado, para ser luego revisado por los desarrolladores de OpenAI y entrenarlo, por lo que es recomendable no escribir ningún dato personal nuestro en la conversación que abramos.

Foto: Unsplash - Thomas Lefebvre

ChatGPT ha llamado mucho la atención por su enorme capacidad de respuesta, con expresiones muy exactas y una forma de contestar muy natural, incluso con textos largos, lo que hace muy difícil saber si estamos antes una persona o una máquina.

Además, es capaz de reconocer lo que se ha estado hablando a lo largo de una conversación completa. No son respuestas individuales a preguntas independientes. Es capaz de reconocer el contexto de la conversación que se ha generado.

Así, a ChatGPT le podríamos pedir que nos resuma un texto, que lo adapte a un tipo de lenguaje, que haga un guion para un video de una red social, que haga fichas o comparativas de precios o de calidad de productos, chistes, letras de canciones, líneas de código, etc.

Foto: Unsplash - Luca Bravo

Algunos expertos hablan de que sistemas como ChatGPT podrían acabar con los buscadores tradicionales como Google, dando un paso más allá en la forma de buscar y recibir contenidos.

Foto: Unsplash - Solen Feyissa

Sin embargo, como en todo, tiene sus errores pendientes de pulir. Es un sistema incipiente y, como tal, hay que esperar. En casos como nombres o algunos conceptos, aún no es un sistema preciso, por lo que hay que tener cuidado con creer todo lo que nos dice.

De momento, la capacidad del ser humano para redactar no es comparable a la de una máquina. Ni siquiera con ChatGPT. La calidad, la ironía o el talento de las personas son difíciles de reproducir. De momento…

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