Lo que hubiera sucedido si Franco no hubiera ganado la guerra civil
Francisco Franco marcó la historia de España y la de miles de españoles. Si hubiera perdido la guerra civi y la República hubiese salido victoriosa, ¿cómo sería España?
La ucronía, una perspectiva alternativa de la historia, propone explorar escenarios hipotéticos como, por ejemplo, un desenlace distinto en la Guerra Civil Española de 1936. Este enfoque invita a reflexionar sobre las posibles direcciones que España podría haber tomado si las fuerzas republicanas hubiesen logrado vencer a Franco.
Para empezar, y esto resulta bastante evidente, los generales sublevados (Franco, Mola, Sanjurjo...) hubieran sufrido las represalias propias de toda guerra: fusilamiento o, en el caso de escapar, exilio. El precio de la derrota en aquellos violentos años 30 del siglo XX.
Cabe fantasear con que Franco hubiera podido huir de la persecución republicana volando a Berlín, donde Hitler le hubiera protegido. Claro que dicha protección hubiera durado solamente hasta la derrota del Reich.
Siguiendo con nuestra línea narrativa especulativa, también hubiera podido ser que, caído Hitler en Alemania, Francisco Franco se hubiera refugiado (como hicieron tantos nazis perseguidos tras la II Guerra Mundial) en Argentina. Allí quizás cambiase su identidad y se perdiese en la inmensidad de las llanuras argentinas para emprender una nueva vida.
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Un elemento del paisaje de la sierra madrileña que no hubiera existido de haber perdido Franco: ese faraónico mausoleo llamado Valle de los Caídos y ahora rebautizado por cuestiones de memoria histórica como Cuelgamuros (nombre original de ese enclave).
Luego está la duda de qué España hubiera podido salir de una guerra civil ganada por las heterogéneas fuerzas republicanas. Que hubiera sido un país republicano y con bandera tricolor resulta obvio. Pero ¿qué tipo de república se hubiese instaurado?
Si la Constitución de 1931 hubiese seguido vigente tras la guerra civil, España sería una república convencional, una democracia equiparable a la de otros países europeos. Y la lógica indica que, en esa línea, la democracia española hubiese hecho un viaje hacia la prosperidad similar al de otros países de nuestro entorno tras la II Guerra Mundial.
Imagen: De Sucesores de Rivadeneyra (S.A.), Imprenta (Madrid) - Spanische Wikipedia, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1101216
España se hubiese ahorrado los años de represión franquista que supusieron miles de encarcelados y ejecutados por sus ideas políticas. También hubiera sido más fácil una cooperación económica con el exterior que permitiese avanzar hacia el escenario europeo que, en la posguerra, consolidó el llamado Estado del Bienestar (cuya llegada fue tardía a España).
La victoria de Franco supuso, además, una pérdida enorme en lo que a figuras de la alta cultura se refiere. Antonio Machado murió en el exilio y también al destierro tuvieron que ir grandes artistas como Severo Ochoa, Luis Buñuel, Rafael Alberti, Pedro Salinas.... ¿Cómo hubiera sido la cultura y la ciencia en España si todos ellos hubieran podido desarrollar su talento en su tierra, sin las miserias y dificultades de la huída a otro país? Mejor, desde luego.
También resulta plausible que una España republicana en la década de los 40 hubiera sintonizado con el desarrollo industrial que se reinició tras la II Guerra Mundial. La autarquía y aislamiento económico de los primeros años de la dictadura franquista no hubieran existido.
Claro que también existe la posibilidad de que, como los historiadores de la derecha aseguran, España estuviese a punto de inclinarse hacia el totalitarismo soviético y hubiese acabado instaurándose un régimen socialista al estilo de la URSS.
Puestos a dibujar este escenario, Santiago Carrillo, por aquellos años un ambicioso joven dirigente del Partido Comunista de España, hubiera podido acabar como presidente de España.
Al finalizar la II Guerra Mundial, lo lógico es que España se hubiese integrado en el Pacto de Varsovia donde estuvieron todos los satélites de la URSS, desde Hungria y Checoslovaquia a Polonia.
Así que España se hubiese unido al estilo de vida de los países socialistas, sin libre mercado, con partido único y con esas características colas a las puertas de los establecimientos comerciales donde se vendían los productos básicos.
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y la descomposición del bloque socialista, a España le hubiese tocado reincorporarse a la realidad europea. Seguramente en condiciones bastante más endebles que las que ahora tiene la economía española.
Así que son dos los futuros alternativos que hubieran podido abrirse si allá por 1939, los defensores de la República hubiese ganado la guerra civil. La bandera tricolor ondearía en los edificios oficiales y quién sabe qué sería de este país tan dado a convulsiones.
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