El curioso caso londinense de unas pequeñas obras de arte hechas sobre chicles aplastados
Ben Wilson, conocido en Londres como “el hombre del chicle” (en la foto), ha estado pintando sobre trozos de chicle aplastados en el puente desde 2013.
El puente colgante, que cruza el río Támesis y conecta la Catedral de San Pablo en Londres con el museo Tate Modern, está salpicado de alrededor de 600 pinturas de chicle hechas por Wilson, el artista dijo a The Guardian.
Giles Shilson, presidente de la City Bridge Foundation, dijo en una conferencia de prensa que el puente cerraría del 14 de octubre al 5 de noviembre para restaurar partes que han comenzado a degradarse y para darle una “limpieza profunda” al puente.
Wilson, cuyo trabajo sobre chicles viejos triturados se ha difundido en toda Europa, dijo que estaba devastado porque años de trabajo serían destruidos.
Foto: Instagram @benwilsonchewinggumman
“Trabajo en este puente desde 2013, transformando basura en arte. Literalmente estoy tomando lo que la gente tira y escupe y lo convierto en una obra de arte”, dijo a The Guardian.
Foto: Instagram @benwilsonchewinggumman
Wilson dijo que consideraba su trabajo como una forma de comentario social, y que cada pieza contaba una “pequeña historia sobre personas”, inspirada en aquellos con quienes se encontraba todos los días, incluidos turistas, locales, estudiantes y otros artistas.
Ben Wilson, de 60 años, nació en Londres y fue criado por padres artistas. Recuerda haber trabajado con arcilla desde los tres años, con su primera exposición artística alrededor de los 10 u 11 años, dijo a Reuters.
Su interés artístico fue de la escultura y grandes piezas en el entorno natural, a centrarse en la basura y los objetos desechados de un mundo consumista, como el chicle, que ha estado pintando durante 19 años.
“El arte no sólo existe en las paredes del Tate Modern, en los museos. A veces puede resultar oculto y mágico”, ha dicho el artista.
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