Estamos a 90 segundos del fin del mundo (según el Reloj del Apocalipsis)
Pocas épocas ha habido como esta en la que el ser humano haya sido tan consciente de la posibilidad de su extinción. Guerras, peligro nuclear, crisis climática. Arrancamos 2024 con el cálculo de un grupo de científicos sobre el (escaso) tiempo que nos podría quedar antes de que llegue el desenlace definitivo.
La medianoche es, en el reloj del Apocalipsis, el fin del mundo. Un reloj creado por la junta directiva del Bulletin of the Atomic Scientists, y que calcula mediante indicios científicos la probabilidad de una hecatombe que nos aniquile. Y, según ese cálculo, ¿cuántas horas, minutos o segundos quedan para el Apocalipsis?
Los investigadores que elaboran el Bulletin of the Atomic Scientists pusieron su Reloj de Apocalipsis en hora por última vez este mes de enero de 2024. El ajuste nos coloca más cerca de un trágico desenlace: a 90 segundos del fin del mundo. ¿Por qué?
Algo más de un minuto para que todo acabe en este planeta y, según un texto incorporado al Bulletin of the Atomic Scientists, debido a una "variedad de amenazas globales" que incluyen la guerra en Ucrania, la posibilidad de una Inteligencia Artificial sin control, la crisis climática...
"Es urgente que los gobiernos y comunidades de todo el mundo actúen" piden los responsables del Reloj del Apocalipsis.
Imagen: By Ryanicus Girraficus - Own work, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=86241228
El reloj del Apocalipsis nació en 1947 para medir el peligro de hecatombe nuclear, como aviso de la catástrofe que podía cernirse sobre la civilización. Ahora su cálculo incluye amenazas como el cambio climático o las pandemias.
Fueron científicos que participaron en el llamado Proyecto Manhattan (investigaciones para lograr la bomba atómica que comenzaron durante la Segunda Guerra Mundial) quienes pusieron en marcha el Reloj del Apocalipsis al constatar la capacidad de aniquilación de las explosiones nucleares de Hiroshima y Nagasaki.
Cuando se puso el reloj en hora, allá por 1947, quedaban siete minutos para la medianoche que simboliza el fin del mundo.
La caída del Muro de Berlín indujo al optimismo a los científicos atómicos que ponen en hora el reloj y en 1991 estuvo a 17 minutos de la medianoche, récord que no se ha repetido. Sin embargo, ese mismo 1991 la guerra estallaba en Irak y la antigua Yugoslavia, y el sueño de un mundo en paz se desvanecía. George Bush padre presidía Estados Unidos.
La cultura pop de raiz anglosajona abunda en referencias a este Reloj del Apocalipsis que marca en las doce de la noche el fin del mundo. 'Two minutes to midnight', canción de de Iron Maiden, es un ejemplo.
También aparece representado el Reloj del Apocalipsis al inicio del videoclip de la canción 'Russians' de Sting, popularizada en 1985, cuando todavía la Guerra Fría hacía temblar al planeta.
Entre los partidarios de este Reloj del Apocalipsis son numerosos quienes tienden a un amargo pesimismo. "Lo que aprendemos del Reloj del Juicio Final es que nuestra capacidad para lidiar con tales crisis probablemente sea peor que nunca" escribía para BBC en 2022 el investigador S.J. Beard.
Quizá por eso haya quienes creen que herramientas como el Reloj del Apocalipsis en vez de concienciar, desmovilizan: si la catástrofe es inevitable, mejor no pensar en ello.
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En la entrada de Wikipedia referida al Reloj del Apocalipsis se recoge una cita crítica con este aparato que resulta interesante: "Alex Barasch en Slate argumenta que 'poner a la humanidad en una alerta máxima permanente y general no es útil cuando se trata de política o ciencia'".
Imagen: Sincerely Media / Unsplash
El Reloj del Apocalipsis puede fomentar cierta cultura del miedo que tuvo su auge en la Guerra Fría y regresó tras la irrupción de enfermedades, cambio climático y conflictos armados a gran escala con los que el siglo XXI fue tropezando.
En todo caso, el objetivo es la paz, la desnuclearización y la lucha contra la crisis climática.
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Apostar por el futuro es una necesidad. Y el derrotismo no es una opción.
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