Golpe de Hacienda a Sabina
El cantante Joaquín Sabina pierde su batalla contra la Hacienda española y tendrá que pagar 2,5 millones de euros.
El Tribunal Supremo no ha admitido a trámite el recurso que el artista español interpuso hace un tiempo contra una sentencia condenatoria de la Audiencia Nacional (en la que se cuestionaban los ejercicios fiscales de 2008, 2009 y 2010 del cantante) y, según apuntan desde 'El País', tendrá que abonar dicha cantidad al fisco español.
Por tanto, Sabina tendrá que pagar el IRPF de dichos ejercicios por los derechos de sus canciones. Derechos que cedió a empresas familias, apuntan desde 'El Mundo', y cuyo IRPF fue reclamado por Hacienda con la consiguiente sanción económica impuesta.
"Junto a otros familiares", publican en 'El Mundo', el cantautor era "socio o administrador" de tres empresas diferentes: Ultramarinos Finos, El Pan de Mis Niñas y Relatores.
Con ellas, siempre según esta información facilitada por 'El Mundo', Sabina gestionaba sus derechos de autor, así como otras cuestiones como "inmuebles en Madrid y Rota, un velero y libros antiguos".
Durante los ejercicios de 2008, 2009 y 2010 (años durante los que abarca la inspección tributaria) estas tres compañías habrían generado más de doce millones de euros en ingresos de explotación, apuntan desde el citado medio español.
Tras la reclamación de Hacienda, el cantante interpuso un recurso y, en 'El País', el entorno del cantante señaló que "la deuda tributaria ya había sido satisfecha en 2014" mediante un proceso de "compensaciones de oficio sobre devoluciones del impuesto de sociedades".
Algo que habría supuesto más de 1,4 millones de euros y que se sumaría al abono en metálico, según una información de 'El País', de 1,2 millones de euros en noviembre de 2014.
Sin embargo, ahora la noticia es que Hacienda ha inadmitido el recurso presentado por Sabina y le reclama 2,5 millones de euros.
Una decisión sobre la que, según 'El Mundo', no cabe recurso alguno.
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