¿Quién fue la primera mujer en viajar al espacio?
Según los datos de la NASA, hasta el mes de marzo de 2022 han sido un total de 75 las mujeres que han viajado al espacio, incluyendo a cosmonautas, astronautas, especialistas en carga útil y participantes de la estación espacial.
El último caso es el de Christina Hammock Koch que fue anunciada en abril de 2023 como una de las integrantes y con el cargo de “especialista de misión” de la tripulación del Artemis II, que emprenderá un nuevo viaje alrededor de la Luna a finales de 2024.
Las mujeres, de hecho, han participado en la investigación científica de la Estación Espacial Internacional desde 2001 y se han convertido en una parte integral de los avances del programa, según destacan desde la agencia espacial estadounidense.
Algunos nombres recientes de mujeres en el espacio son los de Kayla Barron, Megan McArthur, Shannon Walker, Kate Rubina, Jessica Meir, Christina Koch, Anne McClain, Serena M. Auñón-Chancellor, Peggy Whitson, Samantha Cristoforetti (en la foto), Elena Serova, Karen Nyberg, Sunita Williams, Cady Coleman o Tracy Caldwell Dyson. Pero echemos un vistazo al pasado… ¿Quién fue la primera?
La primera mujer que escribió su nombre en la historia de los viajes espaciales fue la cosmonauta rusa Valentina Tereshkova, que voló al espacio exterior en la misión 6 del programa Vostok el 16 de junio de 1963.
Su viaje, que realizó con solo 26 años y bajo el apodo de ‘Chaika’ (gaviota en ruso) supuso, en tres días, un total de 70 horas de vuelo en el espacio exterior y un total de 48 vueltas alrededor de la Tierra. Y lo hizo, entre otros, junto a Yuri Gagarin, el primer astronauta de la historia en salir al espacio.
Tereshkova fue seleccionada para aquel viaje entre más de cuatrocientos aspirantes y cinco finalistas para pilotar el Vostok 6 y, hasta el momento, sigue siendo la única mujer en hacer una misión espacial en solitario.
La cosmonauta rusa nació en 1937 en el seno de una familia humilde procedente de Bielorrusia. Su padre era tractorista (aunque más tarde héroe de guerra ruso) y su madre trabajaba en una fábrica textil, y desde muy joven se interesó por el mundo del paracaidismo, realizando su primer salto en 1959, a los 22 años.
Y fue precisamente su afición por el paracaidismo lo que la llevó a ir conduciendo su vida para convertirse finalmente en astronauta y alcanzar el espacio.
También desde muy joven estuvo relacionada con el mundo de la política. En 1961 ocupó el puesto de secretaria del Komsomol (Unión de Jóvenes Comunistas) para entrar a forma parte poco después del Partido Comunista de la Unión Soviética.
Tras el exitoso viaje al espacio de Yuri Gagarin en 1961, la Unión Soviética y, más concretamente, Serguéi Koroliov, principal ingeniero en el área de cohetes, trabajaron intensamente para buscar una mujer que viajara al espacio, la primera de la historia, un nuevo hito en la carrera espacial contra Estados Unidos.
A las pruebas para ellos se presentaron esas más de 400 candidatas de las que, finalmente, se seleccionó solo a cinco. La propia Valentina Tereshkova, además de Tatiana Kuznetsova, Irina Soloviova, Zhanna Yiórkina y Valentina Ponomariova.
A Tereshkova la escogieron para esa “fase final” por su origen “proletario” y porque su padre, Vladímir Tereshkov, se convirtió en un héroe de guerra soviético tras caer en combate durante la Guerra de Invierno que tuvo lugar en Finlandia en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
Tras varios meses de duro entrenamiento (vuelos de ingravidez, pruebas de aislamiento, pruebas en centrifugador, teoría de cohetes, ingeniería espacial, etc.) la Unión Soviética decidió que serían dos las mujeres que volarían al espacio y la elegida para el primer viaje fue Tereshkova.
Originalmente, Tereshkova sería la encargada de pilotar el Vostok 5 y Valentina Ponomariova el Vostok 6, pero en marzo de 1963 el plan de vuelo fue alterado. Fue sustituida por un hombre, Valeri Bykovski, que estableció el vuelo espacial en solitario más prolongado, un récord que aún no se ha superado, y Tereshkov acabaría pilotando el Vostok 6, lanzada al espacio dos días después como apoyo al anterior.
El viaje de Tereshkova por el espacio se prolongó entre el 16 y el 19 de junio de 1963 y fue un viaje bastante movido, como confesó la propia astronauta, en el que experimentó fuertes nauseas y dolores de cabeza, además de sufrir un error de programación que ella misma tuvo que solventar para no alejarse de la Tierra.
Después de su misión espacial, Valentina Tereshkova, y tras haber sido admitida de manera honoraria en la Fuerza Aérea Soviética, se graduó como ingeniera espacial en 1969, el mismo año en el que el grupo femenino de cosmonautas fue disuelto, y en 1977 se doctoraría.
Su carrera en la Fuerza Aérea y como cosmonauta, primero soviética y luego rusa, se alargaría durante 20 años más, hasta 1997, cuando se retiró oficialmente con 60 años.
En el terreno político, fue diputada del Sóviet Supremo de la URSS (1966-1974), miembro del Comité Central del Partido Comunista (1969-1991), del Presídium del Sóviet Supremo (1974-1989), vicepresidenta de la Federación Democrática Internacional de Mujeres y Jefa de la Unión Internacional de Cultura y Amistad de 1987 a 1991 y presidenta de la Asociación Rusa de Cooperación Internacional.
Permaneció activa tras el final de la URSS, pero perdió las elecciones a la Duma estatal nacional durante 1995 y el 4 de diciembre de 2011 regresó tras ser elegida como miembro de la Duma Estatal, la cámara baja rusa, como representante del Óblast de Yaroslavl y miembro del partido Rusia Unida.
Tereshkova, junto con Elena Mizulina, Irina Yarovaya y Andrey Skoch, pasó a formar parte del grupo parlamentario para la protección de los valores cristianos, apoyando la introducción de enmiendas a la Constitución de Rusia, según la cual la ortodoxia es la base de la identidad nacional y cultural de Rusia.
Considerada como una auténtica heroína en la Rusia actual, fue reconocida en la URSS con los títulos de ‘Héroe de la Unión Soviética’ (1963), ‘Orden de Lenin’ (en 1963 y 1981), ‘Orden de la Revolución de Octubre’ (1971), ‘Orden de la Bandera Roja del Trabajo’ (1987) y ‘Orden de la Amistad de los Pueblos’.
Y ya fragmentada y desaparecida la URSS, Tereshkova recibió de Rusia honores materializados en la ‘Orden al Mérito de la Patria’ (1997 y 2007); la ‘Orden de Alejandro Nevski’ (2013); la ‘Orden de Honor’ (2003), la ‘Orden de la Amistad’ (2011) y el Premio Estatal de la Federación Rusa (2009).
También fuera de su país, recibió en 1982 el Premio Simba, un galardón internacional que se otorga a aquellas personas que en sus distintas profesiones colaboran con la "cooperación internacional económica y cultural entre los pueblos" por su labor de promoción de las mujeres.
Una vida de reconocimientos y alejada de un pasado glorioso que nunca ha olvidado, porque Valentina Tereshkova ha expresado su deseo de viajar a Marte, algo que llegó a pedir en persona al mismísimo Vladimir Putin, a pesar de su edad y aunque ese viaje, si se produjera, fuera solo de ida…
ADEMÁS: El inesperado hallazgo astronómico al rastrear una extraña señal de radio