Japón le hace la guerra a los osos con estos lobos robot

Bestias mecánicas y dónde encontrarlas
La pesadilla de Baloo
Como un espantapájaros para jabalíes
¿Quién teme al lobo feroz?
Osos muy osados
El campo envejecido
Los jóvenes se van, los mayores se quedan
No más zonas de por medio
Acostumbrarse a los humanos
Sin miel, sin salmón
La raíz del problema
Bestias mecánicas y dónde encontrarlas

Puede parecer algo de ciencia ficción, pero es bastante real: los robots lobo protegen el campo japonés de los osos negros y pardos.

La pesadilla de Baloo

Según el periódico británico The Guardian, estos lobos mecánicos sacuden la cabeza, encienden luces y hacen ruido para ahuyentar a los intrusos ursinos.

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Como un espantapájaros para jabalíes

Popular Science escribe que estos robots se introdujeron por primera vez en 2017, como una forma de luchar contra los jabalíes que destruyen los cultivos. Sin embargo, desde entonces, se ha convertido en un dispositivo que salva vidas.

Imagen: Wingedjedi / Unsplash

¿Quién teme al lobo feroz?

Colmillos amenazadores, pelajes, ojos LED rojos parpadeantes y una cabeza capaz de girar mientras emite aullidos de 90 decibeles, son algunas de las características de estos pretendidos depredadores descritos por Popular Science.

Osos muy osados

Ahora, mientras Japón enfrenta un número creciente de ataques de osos, los lobos robot se están utilizando para ahuyentar a animales peligrosos de las zonas residenciales.

El campo envejecido

La BBC destaca que el creciente número de ataques de osos se debe en parte al envejecimiento y disminución de la población en el campo japonés.

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Los jóvenes se van, los mayores se quedan

Los más jóvenes se están trasladando a las grandes ciudades, dejando a las personas mayores y más vulnerables viviendo en pequeños pueblos rurales.

No más zonas de por medio

Las tierras de cultivo que solían servir como zonas de amortiguamiento entre las zonas residenciales y los bosques también han ido desapareciendo progresivamente.

Acostumbrarse a los humanos

Según la BBC, esto ha llevado a que los osos que viven más cerca de los centros poblados se acostumbren a las luces y ruidos brillantes y tengan menos miedo a los humanos.

Sin miel, sin salmón

Sin embargo, el problema mayor es que el cambio climático está afectando la comida disponible para los osos, obligándolos a explorar nuevos territorios en busca de alimento.

La raíz del problema

Como señala Popular Science, aunque estas soluciones son originales, no abordan la raíz del problema.

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