¿Es invencible Isabel Díaz Ayuso?

Las encuestas asoman a Isabel Díaz Ayuso a una mayoría absoluta con un porcentaje en torno al 45% del voto. Todo un fenómeno desconcertante para las fuerzas de izquierda, que califican de 'trumpista'  su discurso y no se explican que controversias como la gestión de las residencias durante la pandemia o los conflictos por la sanidad pública no erosionen la popularidad de la presidenta madrileña. Pero ¿es tan invencible como parece?

Uno de los últimos sondeos lo realizaron la cadena SER y El País, medios nada sospechosos de derechismo, y en dicha encuesta Isabel Díaz Ayuso lograba un 46% (69 diputados) y mayoría absoluta. Pero la letra pequeña de este pronóstico cuenta con un importante detalle que pondría a Ayuso en una posición menos triunfadora.

Lo que suceda con Podemos será la clave. En la encuesta de la SER y El País queda fuera del parlamento regional por muy poco (le dan un 4'4%). Con un puñado de votos más lograría superar el 5% que marca la ley electoral madrileña y, con 7 diputados, dejaría a Ayuso sin mayoría.

En cualquiera caso, todos los sondeos dan a Ayuso como ganadora y, si no hay mayoría absoluta, siempre estará Vox para mantenerla en el poder. Y lo que es más dramático para la izquierda en Madrid: según el sondeo de la cadena SER y El País, Ayuso gana en todas las franjas de edad y todos los estratos sociales.

Y, sin embargo, Ayuso movilizó a una parte muy importante de la sociedad madrileña, indignada por su gestión de la sanidad (sobre todo, la atención primaria), y en la capital se produjeron manifestaciones de las que hacía mucho que no se veían, con asistencia multitudinaria. Pero esas protestas no se traducen en un voto de castigo.

Curiosamente, los sondeos le son menos gratos al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, a quien la suma de los concejales progresistas (Más Madrid, PSOE y Podemos) pisanlos talones y podríanarrebatarle la vara de mando. Ayuso no tiene ese problema.

Y luego está el fenómeno Ayuso como amenaza para Alberto Núñez Feijóo. Si Ayuso arrasa en Madrid con su discurso "antisanchista", la militancia volverá a pensar en ella como la verdadera líder para echar a Pedro Sánchez.

Lo cierto es que Isabel Díaz Ayuso, con un discurso que tiene mucho de libertario (fuera impuestos, fuera control estatal y que cada cual se apañe) ha seducido a una gran parte de la sociedad madrileña.

Y para enfrentarse con Isabel Díaz Ayuso hay que ir dispuesto a todo. El ministro Félix Bolaños planteó un desafío acudiendo a los actos del 2 de mayo sin estar invitado y acabó derrotado por KO. La presidenta madrileña no dudó en negarle el paso a la tribuna de honor.  Ayuso quedó como la gran heroína antisanchista sin complejos y Bolaños como un ministro débil.

Hay quien espera que Ayuso "se pase de frenada" y en una de sus declaraciones o acciones sin mesura provoque el rechazo del electorado. De momento, eso no ha sucedido. Diga lo que diga, su público le ríe las gracias.

En realidad, Ayuso es una versión modernizada de Esperanza Aguirre, que fue presidenta madrileña entre 2003 y 2012. Sin llegar a tanto en lo retórico, sí que era partidaria de usar de cara al público un desparpajo algo gamberro que en Madrid tenía muy buena acogida.

Resulta conocido el hecho de que Ayuso (licenciada en Periodismo) comenzó en el PP madrileño haciendo tareas de comunicación. Se le atribuye que llevó una cuenta de Twitter adjudicada a Pecas, el perrito de Esperanza Aguirre. Una cuenta en clave de humor que, según relató Ayuso en 'Salvados', ella ideó pero que no gestionó nunca directamente. "Es un bulo de la izquierda" dijo a Gonzo.

Es una realidad que cierta izquierda menospreció a Ayuso para luego asombrarse de su capacidad para ganar votos con su estilo desprejuiciado. Ahora el progresismo busca cómo vencer a la actual presidenta madrileña pero parece tarea casi imposible.

¿Es Ayuso invencible? Decir tal cosa quizá sería demasiado. Pero su posición en las encuestas la sitúa casi en el terreno de la invulnerabilidad. Aunque nunca se sabe. Y, sobre todo, ha de tener cuidado con las expectativas: si todo el mundo cree que Ayuso arrasará en las elecciones, cualquier cosa por debajo de una inmensa victoria tendrá un peligroso aroma a derrota.

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